El ministro de Cultura y Deporte, Màxim Huerta, creó una empresa para defraudar a Hacienda. No hace falta decir mucho más. Lo que se espera de un alto responsable público

Franquear la puerta a alguien para recluirle después en un CIE o dejarle a su suerte no tiene nada de solidario; es usar la miseria ajena como arma política. Y eso, más allá de la propaganda, no es humanitario, es simplemente vil

El nuevo presidente del Gobierno afronta el reto de recuperar la credibilidad económica del partido socialista, para lo que ha dado los máximos galones a Nadia Calviño. Al igual que Zapatero, tiene el viento de cola por la dinámica económica y la amenaza de una crisis internacional