La reunión que ha mantenido este miércoles el Gobierno con los agentes sociales ha servido para confirmar lo que era un secreto a voces: el Gobierno de Pedro Sánchez no derogará la reforma laboral que hizo el PP en el año 2012. Si quiere modificar y mejorar algunos aspectos como la ultractividad, la primacía de los convenios de empresa sobre los sectoriales o la lucha contra la temporalidad. Pero los mensajes de derogación que proclamaba la formación socialista antes de llegar a La Moncloa ya son historia.
Los empresarios, que han sido los primeros en comparecer, ya han dejado caer algo cuando han dicho que los términos que usan en política son distintos a los que se usan en "la vida real". Según el presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, cuando el PSOE hablaba de derogar la reforma intentaba lanzar un mensaje ideológico, más que cualquier otra cosa. "Pero habrá que profundizar de qué se quiere hablar".
Y la ministra, Magdalena Valerio, lo ha corroborado tiempo después cuando ha dicho que cuando se forma parte de un Ejecutivo hay que utilizar "mayores dosis de pragmatismo" y ser consciente del terreno que uno pisa y el lugar que ocupa, ya que el PSOE tiene poco peso parlamentario con solo 84 diputados. Eso obliga a que cualquier cambio se haga de forma consensuada y no unilateral.
Cambios con consenso
En otras palabras, que, aunque quiera, lo más probable es que ni siquiera pudiera derogar la reforma laboral entera, algo que no apoyarían algunas formaciones que permitieron que la moción de censura saliera adelante ni las autoridades comunitarias, que ya han avisado a España de que no le gusta que ningún país dé marcha atrás en las reformas que ya están en marcha.
Por eso Valerio no ha hablado de derogación y sí de buscar puntos en los que pueda haber consenso social y político, como los cambios en la negociación colectiva, la ultractividad y algunos aspectos que afectan al nivel de temporalidad de la contratación. Y ha destacado la buena disposición de sindicatos y empresarios para trabajar en estas materias.
Los empresarios están dispuesto a hablar de mejoras, los sindicatos quieren eliminar los elementos centrales de la reforma
Los empresarios, de hecho, han dicho que están a favor de mejorar la legislación laboral siempre que sea para evolucionar y para mejorar lo que no funciona. Los sindicatos, por su parte, son más concretos, y aseguran que exigirán unas cuantas cosas a la ministra. UGT, de hecho, es el más directo y sigue reclamando la derogación completa de la reforma, no para volver a atrás, sino para eliminar elementos que han resultado dañinos para el mercado laboral.
No es el único tema que han tratado en la reunión, también han hablado de pensiones y del Acuerdo de Negociación Colectiva que los agentes sociales están a punto de cerrar. Según sindicatos y empresarios, el acuerdo está muy cerca aunque no será inminente porque quedan flecos por cerrar. Eso sí, se han salvado ya los mayores obstáculos: la subida salarial y el salario mínimo por convenio.