La consulta de Izquierda Unida a sus bases sobre el acuerdo de confluencia con Podemos para las próximas elecciones de 2019 comenzó de forma accidentada este martes en Asturias. Tras las críticas de algunos sectores minoritarios de la coalición que dirige Alberto Garzón, la federación del Principado decidió rebelarse y no celebrar la votación interna sobre el pacto con el partido de Pablo Iglesias.
Ante el anuncio de que la federación asturiana no colocará las urnas el domingo 17 para la votación presencial, el coordinador federal tomó cartas en el asunto y envió una misiva advirtiendo a la dirección del Principado de que si no cambiaba su postura, procedería a intervenirla para garantizar el derecho de sus militantes a pronunciarse sobre la confluencia.
La formación de Garzón selló el 1 de junio un acuerdo con Podemos y con los ecologistas de Equo para acudir juntos a los comicios europeos, autonómicos y municipales de 2019. Hasta el próximo domingo somete a ratificación de la militancia el documento 'Bases para la confluencia electoral 2019' y no hay apenas dudas de que será avalado.
En caso de que la dirección asturiana siguiese con sus planteamientos, advertía Garzón en su carta, la dirección federal se reservará "el derecho a ejercer directamente y en exclusiva todas las competencias de Izquierda Unida sobre el territorio de Asturias, incluyendo el uso de la simbología y denominación de la organización en procesos electorales".
Tras comprobar que la tormenta no amainaba, la Comisión Colegiada de IU envió este martes una carta a la militancia asturiana -a la que ha tenido acceso Vozpópuli- en la que les animaba a participar en la consulta que se celebra de manera telemática y a solicitar a la dirección federal que coloquen urnas en las sedes de sufragio el domingo.
Además de garantizar la votación, la dirección de Garzón reprocha que el debate sobre la consulta en ese territorio haya sido "falseado" y recalca que el encuentro del 11 de mayo entre el coordinador federal y los de las federaciones "estuvo marcado por el consenso". En la misma estuvo presente el coordinador de IU Asturias, Ramón Argüelles.
La Comisión colegiada de IU enfatiza que la situación ha llegado a "sus cotas más altas de irresponsabilidad" cuando su órgano homólogo asturiano aprobó una resolución que, según defienden, supone "ir en contra de los estatutos y las políticas que la militancia decidió mayoritaria y democráticamente en la XI Asamblea Federal". El resultado fue de 20 votos a favor, 11 en contra y una abstención. "Entre la imposición desde arriba y el funcionamiento confederal existe un amplio espacio", apunta la misiva.
Uno de los argumentos de la dirección asturiana para boicotear el proceso interno es que en los últimos días se habían dado de alta 500 simpatizantes, sobre los que no había referencia alguna. La Comisión Colegiada tacha de "irresponsable" dicha información y asegura que entre el 12 de mayo y el 10 de junio -fecha de cierre del censo- sólo se dieron de alta 38 nuevos simpatizantes en IU Asturias.
Una corriente crítica firmó un manifiesto bajo el lema 'Por una IU soberana', en el que reprochaba que la consulta a la militancia se trata de un "engaño" y una "manipulación" de la dirección dado que "no pregunta por el acuerdo en concreto sino por la voluntad de confluir". El diputado en el Congreso Ricardo Sixto es uno de sus impulsores.
