El fiscal federal Preet Bharara confió este miércoles en que los exempleados de la entidad bancaria JP Morgan Chase Javier Martín-Artajos y Julien Grourt se entreguen voluntariamente a las autoridades de Estados Unidos, aunque no descartó iniciar un proceso de extradición en caso contrario.
"Estamos en contacto con sus abogados y confiamos en que harán lo correcto y se presentarán en Estados Unidos para responder de las acusaciones", dijo hoy en rueda de prensa Bharara respecto a los dos acusados, que se enfrentan a una pena máxima de 65 años de prisión y una multa de 5 millones de dólares cada uno.
La fiscalía federal de EEUU acusó formalmente a Martín-Artajo, de 49 años y nacionalidad española, y a Grourt de ocultar las pérdidas de más de 6.000 millones de dólares en sus operaciones financieras en Londres, algunas de ellas relacionadas con el operador Bruno Iskil, conocido como la "Ballena de Londres".
De los 65 años de prisión a los que se enfrentan, cinco serían por conspiración y 20 por cada uno de los delitos de falsificación de los datos en los libros de cuentas, por transferencias fraudulentas y otro por la emisión de comunicados falsos desde el banco a la Comisión de Valores Estadounidense (SEC).
El fiscal federal consideró que los acusados "sabían que estaban manipulando las cuentas, ya que tenían una contabilidad separada" que indicaba las cifras correctas y criticó que sus supervisores dentro de JP Morgan no realizaran un trabajo "riguroso e independiente".