Dos policías muertos, versiones contradictorias y mucha confusión. Testimonios de agentes supervivientes al atentado registrado este viernes en Kabul en el que han fallecido el subinspector Jorge García Tudela y el policía Isidro Gabino San Martín contradicen parte de la versión facilitada hasta ahora por Mariano Rajoy y el Gobierno sobre cuál era el objetivo real del ataque. Mientras desde el Ejecutivo español se ha insistido hasta este sabado que el coche bomba iba dirigido contra un edificio colindante en el que residían ciudadanos extranjeros, diversas fuentes policiales han distribuido en las últimas horas los mensajes que desde la capital afgana les han hecho llegar compañeros allí destinados y que desmienten en parte el relato de los hechos. "Los talibanes han perpetrado un ataque directo contra la embajada española", se lee en uno de ellos al que ha tenido acceso Vozpópuli.
"Tiros por todos los lados, 'to' dios disparando...", señalaba el testimonio de uno de los supervivientes del atentado de Kabul
Según dichos testimonios, el ataque se inició con la explosión de un coche bomba a escasos metros de la delegación diplomática, tras lo cual varios atacantes penetraron en el edificio. "Han explotado un coche bomba contra la puerta que ha arrasado media manzana y han entrado a continuación disparando", señala uno de estos testimonios. El mismo agente añade que él y otros trabajadores de la embajada "conseguimos cerrar el búnker. Estamos bien físicamente, pero 12 horas de ráfagas, asaltos y granadas sobre nuestras cabezas".
Otro mensaje enviado desde Kabul insiste en la misma versión. "El ataque ha sido a la embajada española... un coche bomba... y tres talibanes han entrado por la puerta...". Tras ésto, los agentes, siguiendo el plan de emergencia, se hicieron fuerte en la sede diplomática. "Tiros por todos los lados, 'to' dios disparando...", señalaba el testimonio que añadía que hizo falta la llegada de fuerzas de élite de EEUU para asaltar la azotea de la legación española en la que se habían hecho fuertes los terroristas.
"A mi subinspector los asesinaron primero"
Un testimonio más detalla la secuencia de cómo murieron los dos agentes españoles y que apunta a que el primero en caer fue, precisamente, el subinspector García Tudela, el último de cuyo fallecimiento se tuvo noticia. "[A] mi 'subi' [subinspector] lo asesinaron el primero, cuando entraron en el edificio. Su habitación está en la planta 0. Al oír las primeras ráfagas desde el búnker donde están nuestras habitaciones, cogimos las armas y cerramos la puerta. La otra puerta de escape quedó dañada de la onda expansiva y no la podíamos cerrar, así que no era seguro el sitio. Gabi [Isidro Gabino San Martín] salió con otro compañero a ver si encontraba al 'subi' porque no nos contestaba y le dieron creo que desde la azotea donde ya se habían colocado para disparar a todo el que vieran", señala dicho mensaje al que poco después se añadía el siguiente: "Todo arrasado, calculado entró el coche bomba y al minuto los terroristas saltaron la embajada".
Uno de los policías asesinados fue alcanzado por los disparos de los talibanes cuando intentaba auxiliar al otro fallecido
"Ha sido contra la embajada, no contra la 'guest horuse' [casa de huéspedes]. Díselo al jefe", le pide otro de los agentes destinados en Kabul al deestinatario de su mensaje. En el mismo, este policía asegura que vio cómo mataban a uno de sus compañeros "a cinco metros" y habla de "tiros, bombas y muchos muertos". "Yo estoy vivo porque me parapeté y salí corriendo", añade antes de destacar la intervención de "los americanos y un equipo Swat []operaciones especiales] noruego. La embajada es un campo de guerra. Coches calcinados. Muertos. Las explosiones rompieron todo el perímetro". El agente, que asegura que ya se encuentra en una base militar a la espera del avión que le trasladará de vuelta a España, aseguro que "lo que hemos vivido aquí es culpa de mucha gente. La embajada estaba aislada en la peor zona de la ciudad y sin seguridad ninguna. Hemos llorado mucho y estamos todos muy destrozados", concluye.
La veracidad de todos estos mensajes han sido confirmados a este diario por varias fuentes policiales consultadas en las últimas horas. No obstante, otras matizan estas versiones y las atribuyen a la confusión aún reinante sobre lo ocurrido. Las mismas siguen señalando al edificio colindante donde se alojan ciudadanos extranjeros como el objetivo del ataque, aunque añaden que la fuerte explosión dio de lleno a la embajada y derribó uno de sus muros. Por allí, añaden, entraron los atacantes en la legación, en cuya azotea se parapetaron. Una vez allí, iniciaron un intenso tiroteo con las fuerzas afganas e internacionales que se desplazaron inmeditamente al lugar de los hechos.
Dura crítica sindical
Un sindicato de agentes, la Unión Federal de Policía (UFP), ha emitido una dura nota este sábado en el que reflejan parte del contenido de estos mensajes enviados por sus compañeros desde Kabul. En línea con ellos, esta organización se pregunta "por qué se empeñan en decir que no era un ataque contra nuestra embajada". En la misma, también critican el emplazamiento de la legación diplomática, situada fuera de la denominada 'green zone', "es decir, el área de seguridad de la capital afgana donde está prohibida la circulación de vehículos y cuyos acceso son controlados por agentes de la policía afgana".
Un sindicato policial critica el emplazamiento de la embajada: "Puede ser fácilmente atacada con un simple cóctel molotov"
El sindicato llega a calificar la localización del edificio de "cómica", en una de las calles más transitadas de la capital "donde cada día se forman largas colas de vehículos a la hora de la salida del trabajo". Según detalla en la nota, "la embajada la conforman tres casas contiguas conectadas por un patio común y situadas a tan sólo unos diez metros del muro que las separa de la calle. Una de las casas se usa como embajada y consulado propiamente dicho, y la otra, como residencia del personal diplomático español". La UFP critica que "la cercanía entre las dos casas y la calle es tal que algunas de sus terrazas tocan casi con el muro exterior del recinto sin ningún tipo de distancia de seguridad. Eso hacen que puedan ser fácilmente atacadas desde el exterior con un simple cóctel molotov o granadas".
Una puerta de chapa y 17 residentes
Entre otras supuestas deficiencias del edificio destacan que "la puerta principal está tapiada, por lo que se entra y se sale por una puerta lateral protegida por un portón de 'chapa' sin ningún tipo de protección o blindaje". "Dicha puerta -continúa la nota- se abría por medio de un motor eléctrico, pero que al romperse (desde hace varios meses), el policía tenía que bajarse del vehículo y mientras lo empujaba con la espalda seguía apuntando con el arma". Además, recalcan que a dicha entrada se accedía por una calle lateral sin asfaltar y en muy mal estado que impedía a los vehículos ir "a una velocidad superior a 20 ó 30 kilómetros hora". La UFP recalca que la residencia del embajador sí está en la 'green zone', muy cerca de la legación de EEUU.
En la residencia vivían 17 personas, de ellos ocho policías. También había seis "funcionarios administrativos y tres afganos intérpretes"
En el escrito, los representantes de los agentes detallan que en la embajada residían 17 personas. De ellas, cuatro eran policías destinados a la seguridad del edificio y otros cuatro a la protección que se denomina "dinámica", para los desplazamientos fuera del recinto. De ellos, uno estaba permanentemente en la residencia del embajador. Además, había seis "funcionarios administrativos y tres afganos intérpretes". Finalmente, el perímetro era controlado por entre 10 y 12 afganos contratados como personal de seguridad.
moncloa no descarta ahora ninguna hipótesis
El Gobierno ha emitido un comunicado sobre el ataque de Kabul en el que asegura lo siguiente: "A esta hora se mantiene abierta la investigación para esclarecer todos los detalles del atentado. Aunque un comunicado de los terroristas y la información de la propia policía afgana señalan que el objetivo del atentado no era la embajada de España, se mantiene abierta la investigación y no se descarta ninguna hipótesis. En cualquier caso, estamos ante un ataque terrorista en el que han fallecido dos ciudadanos españoles y en el que nuestros intereses han sufrido graves daños. Es, por tanto, un ataque contra España y contra su colaboración en la consolidación de la democracia en Afganistán".