Internacional

El ex presidente de Liberia, Charles Taylor, culpable de "complicidad con crímenes de guerra"

El primer ex mandatario africano condenado por un tribunal internacional se le ha declarado culpable de suministrar armas, dinero y apoyo político al Frente Revolucionario Unido (RUF) de Sierra Leona que cometió crímenes contra la humanidad. 

  • Periodistas acreditados ante Tribunal Especial para Sierra Leona (TESL) escuchan la sentencia contra el ex presidente de Sierra Leona

El Tribunal Especial para Sierra Leona ha declarado a Charles Taylor culpable de "complicidad en crímenes de guerra" por haber ayudado materialmente con armas, dinero y apoyo político al Frente Revolucionario Unido (RUF) en el periodo en que era presidente de Liberia. No obstante, la acusación no ha podido demostrar, "más allá de toda duda razonable", que Taylor perteneciera a una empresa criminal conjunta y que hubiera cometido todos los crímenes que se le atribuían.

Durante la lectura de la sentencia, el juez Richard Lussick afirmó este jueves en la sede del Tribunal, en La Haya, que la cámara ha estimado, más allá de toda duda razonable, que el procesado es "responsable criminal por complicidad" con el RUF, al que suministró ayuda, material y moral, que tuvo un "importante impacto" en los crímenes perpetrados durante sus operaciones militares en Sierra Leona. Las condenas serán anunciadas el 30 de mayo.

 A juicio del Tribunal, las relaciones entre Taylor y el RUF eran "mucho más estrechas" de lo que ha admitido el propio procesado. No obstante, advirtió el juez, no hay pruebas, "más allá de toda duda razonable", de que el expresidente liberiano perteneciera a la cadena de mando de los rebeldes sierraleoneses ni de que influyera en sus decisiones. Tampoco se ha podido demostrar que Taylor formara parte de una empresa criminal conjunta.

Según el juez Lussick, aunque los acusadores han podido demostrar algunos de los cargos atribuidos al RUF, como homicidios, violaciones y mutilaciones, perpetrados durante el conflicto de Sierra Leona, aún no se ha determinado si se puede vincular directamente a Charles Taylor con estos hechos dado que, pese a que el procesado ejercía una importante influencia sobre el RUF, no tenía un "control efectivo" sobre sus comandos.

Falso mediador en Sierra Leona

La sentencia indica también que hay "fuertes evidencias" de que, a pesar de que públicamente estaba mediando en el proceso de paz de Sierra Leona, Charles Taylor estaba intentando socavar en secreto las conversaciones y seguía atizando el conflicto mediante el suministro de armas al RUF.

Durante el conflicto, según el tribunal, los rebeldes estuvieron suministrando diamantes continuamente al expresidente, por lo general a cambio de armas y municiones, y Taylor incluso facilitó contactos entre el RUF y un comerciante de diamantes belga conocido como 'Alpha Bravo'. Un antiguo líder del RUF, Fodaky Sankoh, llegó a entregar diamantes en persona a Taylor, afirmó el juez.

En estas circunstancias, según el magistrado, Taylor suministró grandes cantidades de armas y municiones en 1997, y un intermediario llegó a entregar por esas fechas diamantes y 90.000 dólares para la compra de armas. Los envíos de armas llegaron en ocasiones a través de terceros países, como Burkina Faso. El expresidente incluso puso en funcionamiento una base en Monrovia para el tráfico de armas y diamantes con el RUF, un extremo que ha sido negado por Taylor.

La cooperación entre Taylor y el RUF se manifestó de otras formas, desde la detención y entrega de dos desertores de los rebeldes por parte del expresidente liberiano hasta el envío de 20 combatientes a Sierra Leona para luchar con el RUF y "participar en ataques en los que se cometieron los crímenes".

Amnistía Internacional: un "hito"

Charles Taylor se ha convertido, así, en el primer jefe de Estado africano convicto por un tribunal internacional. Taylor, de 64 años, había sido acusado de once cargos de homicidio, violación, reclutamiento de niños soldados y esclavitud sexual durante la guerra civil de Sierra Leona, en la cual murieron más de 50.000 personas. Amnistía Internacional (AI) ha valorado positivamente la sentencia, pero ha advertido de que "Taylor y los otros sentenciados por el Tribunal Especial son solo la punta del iceberg". Por su parte, Human Rights Watch (HRW) ha afirmado que la sentencia es un "hito" y supone una decisión "increíblemente importante".

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