Tras poco más de un año de la masacre de Bucha, donde al menos 400 personas fueron asesinadas a sangre fría a manos de los rusos durante la ocupación, la ciudad ya ha recuperado la calma aunque sigue con las heridas abiertas. En la calle Energetykiv que lleva a la iglesia de San Andrés, donde los forenses desenterraron decenas de cadáveres de las fosas comunes, los ciudadanos caminan tranquilos cargando bolsas de la compra o hacen trámites en el Ayuntamiento municipal. De esa puerta sale una babushka encorvada y encogida por el estupor de la tragedia además del peso de la edad. No sonríe. Tuvo que refugiarse cuando llegaron los rusos y admite que sigue siendo un recuero "terrible".
La ciudad ahora renace de sus cenizas y tiene por delante un gran reto. Desde el Ayuntamiento apuestan por actualizar los programas de desarrollo para restaurar "completamente el potencial económico de la región y los proyectos previamente planificados" enfocándose en reconstruir 3.000 edificios dañados, construir un hospital, un complejo deportivo, dos escuelas, seis guarderías y un ambicioso proyecto de memoria que tendrá su base en la Catedral de San Andrés, donde actualmente hay establecida una exposición fotográfica que recoge la masacre de Bucha. La población tiene alrededor de 75.282 habitantes y la mayoría ya ha regresado después de la liberación.
Sin embargo, la ayuda internacional, imprescindible para la ciudad, no es equitativa. En una rueda de prensa que tuvo lugar este miércoles con periodistas internacionales, el alcalde de Bucha, Anatoliy Fedoruk criticó abiertamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de no apoyar la reconstrucción. "El presidente de España visitó Bucha pero no tenemos ninguna corporación que nos apoye desde España, tampoco municipalidades. Parece que España está en la hora de la siesta y tiene que despertarse, para que se de cuenta que deben defender las fronteras europeas". Fedoruk, quien sobrevivió a la ocupación de 33 días, ha puesto en valor la alianza con otros países que sí han tejido redes de apoyo con equipos municipales de Polonia, Portugal o Alemania.
Sánchez visitó Bucha en febrero de este año y recorrió la exposición de la masacre en compañía del alcalde, además también visitó Irpin. En el video compartido en su perfil de Twitter entonces, el presidente se comprometió a hermanar ciudades españolas con Bucha, tal y como le transmitió al alcalde y se escucha al final del vídeo que compartió en redes sociales. Por ahora, las ciudades que se han hermanado con Bucha después de la invasión son Bérgamo, la alemana Bergisch-Gladbach, Cascais y Škofja Loka en Eslovenia.
El alcalde ha explicado que los daños sufridos por la ciudad siguen siendo incalculables y las arcas públicas siguen llenándose con el apoyo generoso de los impuestos de los ciudadanos aunque en gran parte es por la alianza con corporaciones internacionales que están saliendo adelante. A lo largo del año, Bucha ha recaudado 600 millones de grivnas, (casi 14.858.000 millones de euros) de socios ucranianos e internacionales entre los cuales, por ejemplo, han podido restaurar 118 edificios de toda una calle. Un coste que ascendió a casi 5 millones de euros y 3,9 millones fueron aportados por el presupuesto local, mientras que otro tanto ha sido posible gracias al apoyo de la organización estadounidense Global Empowerment Mission y la financiación de la Fundación Howard G. Buffett.
Siguen las labores de identificación de cadáveres
El proceso de investigación sobre lo ocurrido en Bucha sigue abierto El equipo responsable de analizar los cadáveres sigue con el proceso de identificación de cuerpos dado que algunos están en muy malas condiciones, ya sea por el tipo de muerte, como un disparo en la parte posterior de la cabeza, o por la mala conservación. Ahora mismo, la Administración cuenta con al menos 70 personas desaparecidas entre las que se encuentran también los prisioneros de guerra rusos. Como explica una funcionaria del Ayuntamiento, algunos hombres fueron capturados y llevados a prisiones rusas al ser tomados como militares aunque no lo son. El estado de estas personas sigue siendo desconocido.