Los alemanes han dado un sopapo en la cara al liberalismo representado por el partido que lleva este nombre, FPD (Freie Demokratische Partei) al dejarlo fuera del Bundestag por primera vez en su historia. La estrategia del partido era muy arriesgada, al apostar por un programa en el que abundaban las teorías conspirativas sobre la hiperinflación, según el periodista de FT Wolfgang Munchau. Se intentó "hacer creer a los partidarios de Merkel que había que votar FPD porque un Frente Popular de la Izquierda se haría con el poder en el país si no y destruiría el capitalismo como lo conocemos". La hiperinflación es uno de los mayores fantasmas del país desde que la sufrieron en sus propias carnes en los años anteriores al alzamiento del nacionalsocialismo, y las políticas del Bundesbank (y por tanto del BCE) son tan obsesivas con la subida de precios precisamente por este motivo.
Pero este mensaje no caló y la CDU queda como única fuerza de la derecha en el parlamento federal, al quedar fuera tanto los liberales como Alternativa por Alemania (Alternative für Deutschland), el partido antieuro que también ha quedado fuera del Bundestag.
Toda la prensa germana ha destacado, por su parte, el descalabro de los liberales. Los propios miembros del FDP decían que "quien va a la cama con mamá, se lo comen", haciendo referencia a que su coalición con la CDU les ha fagocitado. Desde 'Der Spiegel' se habla de que es un gran shock ver al partido negroamarillo por primera vez fuera del parlamento. De tener cinco ministros y ochenta diputados a quedar fuera de juego en tan sólo 4 años.