El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha prometido este sábado a la canciller alemana, Angela Merkel, que las medidas de vigilancia de la Inteligencia estadounidense no van a "perjudicar" las relaciones bilaterales entre Washington y Berlín.
"No debo y no puedo perjudicar esta relación a través de medidas de vigilancia que obstruyan nuestra comunicación de confianza", ha afirmado Obama, en una entrevista concedida a la cadena estatal alemana, ZDF, en las que son sus primeras declaraciones tras su esperada comparecencia para anunciar una reforma de las operaciones de vigilancia la Inteligencia de Estados Unidos.
Obama ha asegurado que, "mientras que sea el presidente de Estados Unidos, la canciller alemana no tendrá que preocuparse sobre esto", en alusión al espionaje continuado realizado a Merkel durante años por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), según revelaron documentos filtrados por el extécnico de la CIA Edward Snowden.
La mandataria trasladó personalmente su indignación a Obama y encabezó una "acuerdo de no espionaje" en la Unión Europea y en Naciones Unidas.
En la entrevista, el presidente estadounidense ha enfatizado la importancia de las relaciones con Alemania y, aunque ha admitido que Merkel y él "no siempre comparten la misma opinión en asuntos de política exterior", a su juicio, "esto no es razón para que se intervenga su teléfono".
Vuelve a evitar pedir perdón
Al igual que hiciera en su comparecencia del viernes, Obama ha rehusado disculparse por la interceptación de comunicaciones de líderes internacionales y ciudadanos europeos realizada por la NSA y ha aducido que la capacidad de los servicios de Inteligencia de Estados Unidos van "más allá" que los de muchos otros estados.
"Por definición, estos servicios se encargan de averiguar qué está planeando la gente, qué les pasa por sus mentes, cuáles son sus objetivos. Esto está en consonancia con nuestras metas diplomáticas y políticas", ha argumentado Obama.
A raíz de la publicación del espionaje de las comunicaciones de Merkel, el sector izquierdista del Bundestag abogó por aceptar la ayuda que se dispuso a ofrecer Snowden para detener estas prácticas e indagar más en ellas.
De hecho, un diputado del partido Los Verdes se reúno con el informático en Moscú, donde se encuentra refugiado y ha logrado evitar su extradición a Estados Unidos por la acusación de traición y espionaje.