Internacional

Italia resignada a más austeridad por la gravedad de la recesión

El presidente del Gobierno Mario Monti aplaza a 2014 sus objetivos de déficit de 2013 por una recesión más amplia que la prevista.

  • El Parlamento italiano ha aprobado la ley constitucional antidéficit

Mario Monti ha creado una célula de crisis para arbitrar las urgencias económicas a las que Italia tendrá que hacer frente. Con un Consejo de ministros especial reunido hoy por el jefe del Gobierno italiano, se adoptarán peores previsiones para el déficit en 2012, que tendría que llegar al 1,7% en lugar del 0,4% previsto. Una confesión de impotencia que el gobierno Monti tendrá que justificar ante las autoridades europeas.

Italia tendrá que reconocer que recortar y llevar una política de austeridad severa no le permite cumplir los objetivos. Según revela un informe del ministerio de Economía, el tecnócrata Monti anuncia este miércoles que los presupuestos no estarán equilibrados en 2013, sino en 2014. Después de España, Italia podría, tras ese anuncio, preocupar más a los mercados por la dura recesión que el país de la bota tendrá que sufrir antes de esperar cualquiera recuperación.

De hecho, Italia estará, como España, en recesión del 1,2% en 2012 y seguirá en 2013, por lo que el Fondo Monetario Internacional ha publicado previsiones aun peores que las de Italia. La institución de Washington ha alertado de que el objetivo de Monti no es realista y prevé que el déficit será del 2,4% del PIB en 2012 y 1,55% en 2013. Ante tan malas previsiones, el gobierno de Monti podría recurrir de nuevo a la adopción de un plan de austeridad como el plan de ahorros de 20.000 millones votado en diciembre, pero con mucho menos margen de maniobra.

Débil crecimiento crónico

El déficit italiano ya es uno de los más bajos de la zona euro, por lo que los economistas destacan que el verdadero problema económico de Italia es más su débil crecimiento crónico que la disciplina presupuestaria. Fue bajo el poder de Silvio Berlusconi que Italia se comprometió a presentar un presupuesto equilibrado en 2013. Monti vuelve atrás, pero gracias a su credibilidad internacional, Italia podría seguir financiándose en los mercados con menos presión que España. Las dificultades vendrían si Italia tiene que adoptar nuevas medidas de austeridad.

Y es que los duros recortes adoptados en 2011 y puestos en marcha en 2012 no serán suficientes. La medida más emblemática es el restablecimiento y el aumento del impuesto sobre la propiedad, suprimido en 2008, que permitirá al Estado ingresar 11.000 millones de euros. Pero con una reforma laboral dificílmente aceptada por los italianos y el aumento de los suicidios laborales, que revelan un mercado del trabajo más y más tenso, Mario Monti no puede decidir más sacrificios sin poner en peligro su propio mandato.

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