Internacional

Assange: los planes de transparencia de Obama son una victoria de Snowden

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha afirmado que "sin las filtraciones de Snowden, nadie hubiera conocido los programas ni Obama habría impulsado reformas", añadiendo que en este sentido, "todo el mundo tiene una deuda de gratitud con el excontratista".

  • El fundador de Wikileaks, Julien Assange

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha afirmado este sábado que los planes del presidente estadounidense, Barack Obama, de impulsar una serie de iniciativas legislativas y judiciales para incrementar las medidas de supervisión sobre los programas de masivos de espionaje suponen una victoria para el excontratista de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) Edward Snowden.

"El presidente de Estados Unidos ha validado el papel de Snowden como informante al anunciar planes para reformar el programa mundial de espionaje del país. Sin embargo, en lugar de agradecérselo, intentó de forma irrisoria criticarle y asegurar que el plan era previo a sus filtraciones", ha dicho a través de un comunicado.

En este sentido, Assange ha valorado que "los hechos son que sin las filtraciones de Snowden nadie hubiera conocido los programas, por lo que no se hubieran producido reformas".

"Ha sido una victoria para Snowden y sus seguidores. Como dijo él mismo, su mayor preocupación era filtrar esos datos y que no hubiera cambios. Hay buenas reformas en camino, y por ello Obama y el pueblo estadounidense y de todo el mundo tienen una deuda de gratitud con Snowden", ha agregado.

"Como dijo (el expresidente estadounidense) Thomas Jefferson de forma muy elocuente: 'Todas las tiranías necesitan que su gente con buena conciencia permanezca en silencio para lograr avances'". "Afortunadamente, Snowden es una persona con buena conciencia que no permaneció en silencio, al igual que Bradley Manning y Daniel Ellsberg", ha sostenido.

Por otra parte, ha destacado que el Departamento de Justicia "está traicionando dos de los principios por los que Obama abogó cuando se presentó a las presidenciales: la transparencia y la protección de los informantes".

"Durante su campaña en 2008, el presidente apoyó a los informantes y dijo que 'sus actos de valor y patriotismo, que a veces salvan vidas y ahorran dinero del contribuyente, han de ser animados y no aplastados'".

Por último, Assange ha criticado la "hipocresía" de Washington ante el derecho de Snowden a pedir asilo y ha recordado que "Estados Unidos ofrece asilo a disidentes, informantes y refugiados políticos independientemente de la oposición de otros gobiernos". "Por ejemplo, ha concedido 1.222 asilos a ciudadanos rusos y 1.762 a ciudadanos de Venezuela", ha remachado.

Reformas de Obama

El viernes, Obama mostró su voluntad de introducir reformas para dar transparencia a dichos programas de espionaje, tales como una modificación de la Ley Patriota (Patriot Act) o la reforma del tribunal previsto en la Ley de Vigilancia de Inteligencia Exterior (FISA).

También habrá modificaciones en la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) para garantizar una mayor privacidad y se intentará explicar mejor al público cómo funcionan sus sistemas de espionaje masivo, que "pueden y deben ser más transparentes", explicó. En conjunto, Obama defendió la revisión de todos los programas de vigilancia estadounidenses mediante la creación de un grupo de expertos independientes.

"Dada la historia de abusos cometidos por los gobiernos, es correcto cuestionarse la vigilancia, especialmente cuando la tecnología está modificando todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida", indicó Obama en rueda de prensa desde la Casa Blanca.

Así, defendió un equilibrio adecuado entre la seguridad y los derechos civiles y restablecer la confianza de la gente en el gobierno y sus programas de espionaje. "No me basta para mí como presidente confiar en estos programas. El pueblo americano también debe tener confianza en ellos", dijo.

En concreto, Obama impulsará una reforma de la Sección 215 de la Ley Patriota, la ley antiterrorista aprobada bajo el mandato de George W. Bush poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono.

Esta sección es la regula la recolección de 'metadatos' como los registros de llamadas telefónicas y navegación por Internet. En ese sentido, Obama aseguró que el Gobierno no tiene ningún interés en espiar a los estadounidenses corrientes.

Además, el presidente anunció su intención de negociar en el Congreso una reforma del Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Exterior, creado en virtud de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Exterior (FISA), responsable de autorizar las escuchas y la recolección de datos sobre individuos concretos.

Obama agregó que pretende que haya un representante de las organizaciones de defensa de los derechos civiles que influya en las deliberaciones de este tribunal secreto para garantizar que se escucha una voz distinta en sus procedimientos a puerta cerrada y en los que hasta ahora sólo se escuchaba la opinión de los abogados del Departamento de Justicia.

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