El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha afirmado este miércoles que no permitirá "ningún refugio seguro" al Estado Islámico y añade que no dudará si tiene que atacar a los combatientes 'yihadistas' en Siria, igual que viene haciendo en Irak, aunque asegura que no involucrará a tropas estadounidenses para que luchen sobre el terreno en territorio extranjero.
Durante su discurso a la nación, Obama ha insistido en que Estados Unidos "no va a ser arrastrado a otra guerra terrestre en Irak", por lo que recurrirá al "poder aéreo" y al apoyo a las fuerza aliadas sobre el terreno, en una estrategia similar a la que el país norteamericano viene realizando en países como Yemen y Somalia, donde ha lanzado ataques selectivos con aviones no tripulados durante años.
"Quiero que el pueblo estadounidense comprenda que este esfuerzo será diferente al de las guerras en Irak y Afganistán. No va a involucrar a las tropas de combate estadounidenses luchando en suelo extranjero. Esta campaña de lucha contra el terrorismo se libra a través de un esfuerzo constante, utilizando nuestro poder aéreo y nuestro apoyo a las fuerzas asociadas sobre el terreno", ha detallado.
En primer lugar, Obama ha asegurado que se va a realizar "una campaña sistemática de ataques aéreos contra estos terroristas". En este sentido, ha recordado que el mes pasado pidió al Ejército que tomase medidas concretas contra el Estado Islámico para detener sus avances. Desde entonces, el presidente concreta que se han llevado a cabo "más de 150 ataques aéreos exitosos en Irak".
Asimismo, el mandatario estadounidense ha explicado que Estados Unidos está movilizando a una "coalición amplia" a nivel mundial con el objetivo de "degradar y destruir en última instancia" a los militantes del Estado Islámico en Irak y Siria, aunque ha advertido de que esta misión "requerirá de años de esfuerzo sostenido".
Apoyo a los rebeldes sirios
Desde la Casa Blanca, Obama ha reiterado su apoyo al recién designado gobierno de Irak, así como a los rebeldes opositores de Siria. "No podemos confiar en el régimen de Asad (presidente sirio) que aterroriza a su pueblo, un régimen que nunca va a recuperar la legitimidad que ha perdido. En su lugar, debemos fortalecer a la oposición como el mejor contrapeso a extremistas como el Estado Islámico", sentencia.
Por ello, el presidente estadounidense ha apostado por incrementar la ayuda militar a la oposición siria. De hecho, ha confirmado que ha vuelto a pedir al Congreso más recursos para capacitar y equipar a estos combatientes, con el objetivo de que lleven adelante la solución política necesaria "para resolver la crisis de Siria de una vez por todas".
Al otro lado de la frontera, en Irak, Obama ha anunciado que va a enviar a otros 475 efectivos estadounidense que "son necesarios para apoyar a las fuerzas iraquíes y kurdas con entrenamiento, inteligencia y equipos". En este punto, el jefe de Estado ha insistido en que estas fuerzas estadounidenses "no tendrán una misión de combate", intentando de nuevo diferenciar esta situación con las intervenciones estadounidenses bajo el mandato de George W. Bush.
Agradece el apoyo del Congreso
El discurso de Obama ha servido también para agradecer el apoyo bipartidista que ha conseguido su Administración en esta iniciativa. El presidente había advertido el pasado martes que contaba con la autoridad necesaria para hacer frente a la amenaza del Estado Islámico, pero asegura que "la nación es más fuerte cuando el presidente y el Congreso trabajan juntos", mostrando al mundo que "los estadounidenses se unen para enfrentar este peligro".
"Mañana se cumplen 13 años desde que nuestro país fue atacado (en referencia a los atentados del 11 de septiembre). La próxima semana habrán pasado 6 años desde que nuestra economía sufriese su peor revés desde la 'Gran Depresión'. Sin embargo, a pesar de estos duros golpes, Estados Unidos está mejor posicionado hoy para aprovechar el futuro que cualquier otra nación en la Tierra", ha aseverado Obama.