Internacional

El Supremo de Estados Unidos avala la reforma sanitaria propuesta por Obama

La mayoría de los estadounidenses deberán tener un seguro médico en 2014. El alto tribunal considera que el pago por no tenerlo es un impuesto y por tanto no es inconstitucional.

  • Firma de Obama en la ley de la reforma sanitaria.

El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha respaldado la parte central de la reforma sanitaria propuesta por el presidente Barack Obama por la que la mayoría de los estadounidenses deberán tener seguro médico en 2014 o pagar por no tenerlo. La decisión se ha adoptado por 5 votos a favor y 4 en contra. Como "una victoria de todos" ha calificado Obama el fallo del Supremo. "La gente que tiene la capacidad de permitirse un seguro debe y tiene la responsabilidad de adquirirlo", ha añadido. Por su parte, el virtual candidato republicano, Mitt Romney, ha anunciado que revocará la reforma si gana las elecciones de noviembre.

El presidente del Supremo, John Robert, ha inclinado la balanza al unirse a los miembros más liberales. El Tribunal ha argumentado que el pago por no disponer de un seguro médico puede ser considerado como un impuesto y por tanto no es inconstitucional. La decisión supone un respaldo a una de las normas más polémicas del mandato de Barack Obama a pocos meses de las votaciones para su reelección. Ahora será el Congreso el que deberá ajustar aspectos técnicos de la ley para que la obligación sea caracterizada como un impuesto.

El Supremo también ha declarado constitucional la expansión de la cobertura pública del Medicaid para los más desfavorecidos, aunque restringe los poderes del Gobierno federal para sancionar financieramente a los estados que no cumplan con la expansión de este programa social. El Tribunal considera que no se puede retener la totalidad de los fondos de este programa a aquellos estados que se nieguen a ampliar sus servicios médicos a las familias de bajos ingresos.

La dividida votación de los nueve jueces del Supremo avala la potestad del Congreso para requerir a los estadounidenses a que adquieran un seguro médico, algo que era utilizado por los adversarios de la reforma como principal argumento en contra. El objetivo de la reforma sanitaria de Obama es que el sistema sanitario se abarate, al incorporar a casi la totalidad de los 50 millones de ciudadanos sin cobertura médica, al tiempo que se pone orden en un sector clave para la economía del país, que representa el 18% del PIB.

Horas después de conocerse la decisión del Supremo, el presidente ha recordado que con esta reforma las compañías de seguros médicos no podrán imponer límites la curación de los asegurados y no podrán discriminar a los niños con enfermedades previas. Obama ha citado entre las ventajas que progresivamente ha generado su reforma que en la actualidad los jóvenes adultos de hasta 26 años están incluidos en las pólizas de sus padres, mientras estudian y no pueden financiarse su propia póliza, o que los jubilados paguen menos por sus medicinas.

Romney anuncia que revocará la reforma si gana

Una de las primeras reacciones a la decisión ha sido la de Mitt Romney que ha afirmado que revocará y reemplazará la reforma sanitaria si gana las elecciones de noviembre, informa EFE. La reforma "fue mala política ayer y es mala política hoy (...), es importante que la revoquemos y reemplacemos con una verdadera reforma", ha subrayado. Según el exgobernador de Massachusetts, la reforma aumenta los impuestos, reduce los beneficios para el programa Medicare para ancianos y jubilados y añade miles de billones de dólares al déficit y la deuda nacional.

Cuando era gobernador de Massachusetts entre 2003 y 2007, Romney promulgó una reforma sanitaria -única en la nación para entonces- que otorgó acceso universal al cuidado médico mediante subsidios gubernamentales e impuso la obligatoriedad del seguro médico. La reforma sanitaria demócrata de 2010, aprobada en el Congreso sin apoyo republicano, se inspiró en parte en la de Massachusetts.

La única manera de que los republicanos anulen esta reforma, el mayor logro legislativo de Obama en política interna, sería si los republicanos recuperaran el control del Senado. En la actualidad los republicanos controlan la Cámara de Representantes y los demócratas el Senado, aunque por exigua mayoría.

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