La Comisión Europea ha entregado este lunes el cuestionario de adhesión a la Unión Europea a Moldavia y Georgia, dos países que siguieron la estela de Ucrania y solicitaron su ingreso formal en el bloque tras la invasión rusa de Ucrania.
Se trata del primer paso para el ingreso de ambos países en el bloque europeo, puesto que el documento es la pieza central del dictamen que elabora el Ejecutivo europeo para redactar su examen sobre las opciones de un país candidato a acceder al club comunitario. En base a las respuesta a este formulario, Bruselas emite un dictamen sobre las condiciones y nivel de alineamiento del país aspirante a ingresar en el bloque.
El acto ha tenido lugar en Luxemburgo, donde el comisario de Ampliación, Oliver Varhelyi, participa en el Consejo de Asuntos Exteriores, cita que ha contado con los ministros de Exteriores de Moldavia y Georgia.
"Este es el primer paso en la senda europea. Estamos listos para trabajar con vosotros muy rápido para emitir la opinión al Consejo Europeo, como nos fue encomendado", ha señalado el comisario húngaro en una reunión con el ministro georgiano, Ilia Darchiashvili.
Acelerar los procesos
Poco después ha tenido el mismo acto con el responsable de Exteriores moldavo, Nicu Popescu. En un mensaje similar, Varhelyi ha recordado que "cuanto más rápida sea la respuesta al cuestionario, antes estará lista la opinión del Ejecutivo comunitario".
Bruselas se ha comprometido a acelerar todos los procesos relativos a estos países, en especial en el caso de Ucrania, en clara señal de respaldo a la agresión militar rusa. Así lo expresó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que dijo que una vez Kiev complete el cuestionario, la Comisión puede completar el dictamen en cuestión de semanas.
Fuentes europeas señalan que el proceso con Ucrania no está siendo al uso por las circunstancias especiales que atraviesa el país y recuerdan que Bruselas redactará su evaluación lo antes posible en cuanto cuente con las respuesta de Kiev, que se ha comprometido a completar pronto el formulario.
Una vez se conozca la opinión técnica de Bruselas, el asunto volvería a los Veintisiete que en una cumbre a nivel de líderes debe decidir los siguientes pasos. Aunque el Ejecutivo europeo no contempla plazos, de cara a la cumbre ordinaria de junio podría estar listo el trabajo si todas las partes avanzan con la celeridad prometida.