Un bebé de un mes se despertó llorando después de permanecer quince horas en un depósito de cadáveres a doce grados bajo cero y poco antes de ser incinerado en la provincia de Zhejiang, en el este de China. El bebé, cuyo nombre es An An, nació el 8 de enero en el hospital de Jinhua, situado también en la provincia de Zhejiang.
Tras quince horas en un depósito, el personal le oyó llorar cuando estaban preparando la cremación
El parto fue prematuro, a los siete meses de embarazo y pesó 1,4 kilogramos al nacer, según informa el periódico chino Diario del Pueblo. Tras el nacimiento estuvo 23 días en una incubadora y después de este tiempo su familia decidió llevarlo a casa para que pasase allí el Año Nuevo Chino, lo que provocó el empeoramiento de su salud.
Según declaraciones del padre de An An, el bebé estaba pálido dos días después de llegar a casa, por lo que el 4 de febrero acudió con él a urgencias, donde los médicos le detectaron un paro cardiorrespiratorio y declararon su fallecimiento. Al día siguiente el bebé fue llevado a la funeraria, donde, tras quince horas en un depósito, el personal le oyó llorar cuando estaban preparando la cremación.