El primer ministro luso, António Costa, afirmó que la construcción de un gasoducto que transporte gas desde Portugal hacia el resto de Europa es una "ambición antigua" que tanto su Gobierno como el de Pedro Sánchez han querido impulsar, especialmente este año, pese al freno de Francia.
El jefe de Gobierno recordó que este objetivo fue acordado desde 2014 y ha motivado reuniones desde entonces entre España, Portugal y Francia, pero matizó que las dudas que tiene el Ejecutivo de Emmanuel Macron sobre el impacto ambiental de esta construcción en los Pirineos han "atrasado bastante el problema".
Por ello, apuntó que la Comisión Europea ha puesto Italia como alternativa para recibir el paso del gasoducto. Resaltó además que España y Portugal han "insistido" desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania que se impulse esta construcción. Recalcó asimismo que Portugal ya ha construido 160 kilómetros de conexión hacia España y que los trabajos están "muy avanzados".
Desde el inicio de esta crisis, tanto Portugal como España han insistido en que es absolutamente prioritaria la construcción de este gasoducto, teniendo para ya para el uso de gas natural, en el futuro para la utilización de hidrógeno verde y en un periodo intermedio hasta una combinaciónAntónio Costa
Un gasoducto desde la península ibérica contribuiría a relajar la dependencia del gas ruso
Así respondió este viernes el primer ministro luso a la reflexión del canciller alemán, Olan Scholz, este jueves, que en rueda de prensa afirmó que un gasoducto desde la península ibérica "hubiera contribuido masivamente a relajar la situación actual" de dependencia del gas ruso.
Anoche, Costa ya reaccionó a través de su perfil en Twitter, donde publicó que Alemania puede contar "100 %" con su país para construir un gasoducto que transporte gas desde Portugal hacia el resto de Europa.
"Alemania puede contar 100 % con el empeño de Portugal para la construcción del gasoducto. Hoy para el gas natural, mañana para el hidrógeno verde"
Este viernes, recordó también que este megaproyecto no interesa solamente a Alemania, sino que afecta a países como Hungría, Polonia y "todos los países que hasta ahora tenían dependencia de Rusia".
