Portugal ha recibido la visita de la canciller alemana, Angela Merkel, con un vídeo reivindicativo. Disponible en portugués, alemán e inglés, recurre a la famosa frase de Kennedy “Ich bin ein Berliner” para llamar a la construcción de un “proyecto de solidaridad” que ayude a Portugal a superar la crisis.
El vídeo recuerda el sacrificio que han tenido que hacer los portugueses para afrontar la crisis: “hemos recortado salarios, pensiones, beneficios sociales”, además del presupuesto de Educación, servicios públicos y transportes, entre otros. “Hemos batido dos récords: los mayores recortes del gasto y el mayor aumento de impuestos en la historia de la democracia”, continúa. También echa mano de la relación comercial entre los dos países, beneficiosa para los germanos (la balanza comercial es favorable a Alemania).
“Pero todavía algunos piensan que no hemos hecho suficiente, no trabajamos suficiente y no pagamos impuestos suficientes, que siempre estamos de fiesta”, lamenta el vídeo. Aquí llegan las estadísticas comparativas, que rompen el estereotipo de que los portugueses se esfuerzan menos que los alemanes.
“Trabajamos 38,9 horas semanales, más que los alemanes”, que trabajan una media de 35,7 horas a la semana, recuerda la locución. Además, los teutones disfrutan de dos días más de vacaciones que los lusos (24 días anuales, frente a los 23 de nuestros vecinos del oeste) y se jubilan antes (a los 61,8 años de media, frente a los 67 de los portugueses).
Con estos datos han recibido los portugueses a Merkel, ahogados por los problemas financieros y por la austeridad, ante quienes la canciller ha defendido deudas sostenibles y más competitividad como única manera de superar la crisis en Europa.
Merkel y Passos Coelho apuestan por la austeridad
En una conferencia de prensa conjunta con Pedro Passos Coelho, primer ministro luso, los dos líderes han subrayado la necesidad de cumplir los programas de ajuste en marcha para que los países de la eurozona recuperen la confianza de los mercados y de los inversores.
La visita de la canciller ha durado apenas seis horas y se ha desarrollado rodeada de fuertes medidas de seguridad por la convocatoria de varios actos de protesta. Merkel ha reconocido las “dificultades” que vive la UE pero ha insistido en que el futuro de las generaciones europeas depende del cumplimiento de las reformas.
Preguntada varias veces por los sacrificios que implica la austeridad y el riesgo de que haga más pronunciado el declive de la economía, Merkel ha reconocido la necesidad de generar crecimiento, pero ha insistido en que se debe "evitar la acumulación de deudas que imposibiliten la vida de las generaciones futuras".
Passos Coelho ha coincidido con el diagnóstico de su invitada y ha subrayado que Portugal debe cumplir el programa de ajustes asociado al rescate financiero de 78.000 millones de euros que obtuvo el año pasado y de cuyo éxito Merkel se ha mostrado segura.