La directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, ha aterrizado en China después de que Canadá la liberase tras casi tres años de litigio en virtud de un acuerdo con las autoridades estadounidenses, que habían pedido su extradición, para suspender el proceso judicial por fraude contra ella.
Meng regresó en un vuelo fletado por el Gobierno chino hasta aterrizar en la ciudad meridional de Shenzhen, donde tiene su sede Huawei, sobre las 21:52 local de este sábado (13:52 GMT), según mostraron las imágenes en directo de la televisión estatal CGTN.
Su puesta en libertad coincidió con la liberación de Michael Spavor y Michael Kovrig, dos canadienses detenidos en China desde diciembre de 2018 en aparente represalia por el arresto en Canadá de la directiva. Pekín siempre ha negado que sus detenciones tuvieran relación alguna con el caso Meng.
Una comitiva con todos los honores recibió a Meng en el aeropuerto, mientras que varios ciudadanos esperaban entonando cánticos que la catalogaban como héroe nacional, mostrando banderitas rojas y carteles de apoyo para darle la bienvenida.
"China, he vuelto. Gracias a todos por apoyarme durante este tiempo. Estamos todos juntos, la madre patria es el respaldo de todos nosotros los chinos", dijo Meng en una breve intervención después de bajar del avión.
Meng, que tendrá que hacer cuarentena tras su llegada, mostró su agradecimiento a China y al pueblo chino así como al presidente, Xi Jinping, por "los esfuerzos realizados" para traerla de vuelta.
China busca que el regreso de Meng se vea como un triunfo, y la propia Shenzhen se engalanó para la ocasión, con su torre de Ping'An, la más alta de la ciudad, desplegando un juego de luces con la frase: "Meng Wanzhou, bienvenida a casa".
Y por el momento, silencio sepulcral en Pekín respecto a la liberación de los "Michaels" (como se conoce popularmente a Spavor y Kovrig): los portavoces chinos obviaron hoy su existencia y se limitaron a calificar el caso Meng como uno de "persecución política" para "reprimir a las empresas tecnológicas chinas", según la portavoz de Exteriores Hua Chunying.
Los medios chinos, como el rotativo Global Times o CGTN, destacaron que el acuerdo era "histórico" y que "podría ayudar a aliviar las fricciones en las relaciones entre Washington y Pekín".
Meng fue detenida en Canadá en diciembre de 2018 a petición del Gobierno estadounidense, tras lo cual pasó a libertad condicional y vivía con su familia en una de las mansiones que posee en Vancouver.
Mientras, los "Michaels" han permanecido en China en riguroso aislamiento desde diciembre de 2018, con limitadas visitas por parte del personal consular canadiense, y en celdas que mantienen la iluminación durante las 24 horas del día, según la prensa del país norteamericano.
La directiva finalmente compareció ayer de forma virtual ante un tribunal federal de Brooklyn (Nueva York), ante el cual se declaró no culpable pero "asumió la responsabilidad de su papel principal en diseñar un esquema para defraudar a una institución financiera global", según la fiscal estadounidense.
En el acuerdo alcanzado con las autoridades estadounidenses para ser liberada, Meng confirmó la veracidad de cuatro páginas de acusaciones que demuestran que prestó falso testimonio a una institución financiera que no se nombra, y acordó no volver a cometer otros delitos estatales o federales.
Las liberaciones simultáneas suponen el inicio del fin de una de las peores crisis en la historia de las relaciones diplomáticas entre Canadá y China.