El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado este lunes que ha recomendado "encarecidamente" a los gobernadores de los estados desplegar a la Guardia Nacional "en cantidades suficientes" para detener las protestas por la muerte del afroamericano George Floyd y ha avisado de que, si se niegan, movilizará al Ejército estadounidense a este respecto.
"Desplegaré al Ejército de Estados Unidos y rápidamente resolveré el problema por ellos", ha indicado Trump durante un discurso pronunciado desde la Casa Blanca en el que ha hecho hincapié en "parar la violencia y restablecer la seguridad y protección en Estados Unidos" con una "presencia abrumadora" de efectivos.
"Voy a movilizar todos los recursos federales disponibles, civiles y militares, para parar los disturbios y los saqueos, para acabar con la destrucción y los incendios y para proteger los derechos de los estadounidenses respetuosos con la ley", ha detallado.
También, ha informado de que ha tomado medidas "rápidas y decisivas" para proteger la capital estadounidense, Washington DC. "Lo que sucedió en esta ciudad anoche fue una desgracia total", ha lamentado.
"Mientras hablamos, he enviado a miles y miles de soldados fuertemente armados, personal militar y agentes de la ley para detener los disturbios, el saqueo, el vandalismo, los asaltos y la destrucción sin sentido de la propiedad privada", ha precisado. Mientras, también ha trasladado que el toque de queda de las 19.00 horas "se reforzará estrictamente".
Además, ha asegurado que aquellos que "amenacen vidas inocentes y propiedad privada serán arrestados, detenidos y procesados". "Quiero que los organizadores de este terror sepan que se enfrentarán a severas sanciones penales y largas condenas en la cárcel", ha avisado, según ha informado la cadena de televisión CNN.
Trump, que ha afirmado que su Administración está "totalmente comprometida" con hacer justicia por la muerte de Floyd, ha criticado que, a su juicio, los disturbios y los saqueos dañan ese objetivo.
"Todos los estadounidenses se rebelaron con razón por la brutal muerte de George Floyd", ha dicho. "Mi Administración está totalmente comprometida con su familia, se hará justicia. No habrá muerto en vano", ha continuado.
"Pero no podemos permitir que los gritos justos de los manifestantes sean ahogados por una multitud enojada. Las víctimas más grandes de los disturbios son ciudadanos amantes de la paz en nuestras comunidades pobres. Y, como presidente, lucharé para mantenerlos a salvo", ha añadido, reivindicándose como "el presidente de la ley y el orden" y "un aliado de todos los manifestantes pacíficos".
Momentos antes de que Trump comenzara su discurso, la Policía ha usado gas lacrimógeno para dispersar a una multitud que protestaba cerca de la Casa Blanca con el objetivo de que, después del mismo, el presidente pudiera acercarse a la iglesia de Saint John, para lo que ha tenido que cruzar el Parque Lafayette.
"Ahora voy a presentar mis respetos a un sitio muy, muy especial", ha informado el mandatario, al tiempo que ha asegurado que Estados Unidos "es el mejor país del mundo" y ha sido fotografiado sosteniendo una Biblia.
Una semana de protestas y disturbios
Estados Unidos ha vivido este lunes una nueva noche de protestas y disturbios, pese a los toques de queda declarados en las principales ciudades, cuando se cumple una semana de la muerte de George Floyd, un hombre afroamericano que falleció a manos de un policía blanco en Mineápolis (EEUU).
En la capital, Washington DC, algunos manifestantes seguían en partes del centro de la ciudad, pese a que las fuerzas de seguridad intentan dispersarlos. Algunos grupos lanzaban piedras y destruyendo los escaparates de las tiendas.
Pasadas las 23.00 hora local, todavía había manifestantes en las calles y un helicóptero militar sobrevolaba la zona en un intento de dispersar a la multitud, ya que volaba a baja altura para crear un fuerte viento y que se levantara la suciedad y arenilla del suelo.
Minutos antes del toque de queda, que se inició a las 19.00 hora local, la policía dispersaba con pelotas de goma y gases lacrimógenos a los manifestantes congregados junto a la Casa Blanca para que el presidente, Donald Trump, pudiera salir a pie poco después y fotografiarse con una Biblia junto a una iglesia próxima.
Mientras, en Nueva York, al caer el sol, comenzaban los primeros saqueos en la que supone la quinta jornada consecutiva de protestas en la ciudad por la muerte de Floyd.
A las 21.00 horas, la enorme tienda de Microsoft de la lujosa Quinta Avenida estaba siendo saqueada por jóvenes manifestantes pese a los grandes tablones de madera colocados en las puertas del establecimiento para tratar de evitar un ataque, que fueron arrancados de cuajo.
Los primeros asaltos de las tiendas se producían pese a la importante presencia policial en la zona, con varios vehículos policiales a apenas dos manzanas de Microsoft.
Las fuerzas de seguridad, sin embargo, trataban de mantener el orden en la privilegiada zona de la Gran Manzana, donde se vieron a primera hora de la tarde multitudinarias manifestaciones pacíficas, que luego se tornaron violentas.
Tras presenciarse finalmente en la tienda de Microsoft, los policías arrestaron a uno de los asaltantes, pese que fueron decenas de personas las que entraron en la tienda para robar productos electrónicos, deteniendo a al menos dos personas más poco después en las inmediaciones.
No se libraron tampoco las tiendas de Nintendo, Michael Kors, Kate Spade o Barnes and Noble de la Quinta Avenida, mientras que la policía se enfrentó con jóvenes que irrumpieron en un establecimiento ubicado en el Rockefeller Center.
Mientras, en Atlanta, la policía barrió las calles del centro en un intento de dispersar las protestas después de la entrada en vigor de los toques de queda a las 21.00 horas.
La cadena de televisión CNN señaló que los manifestantes tiraron piedras a los agentes que respondieron con gases lacrimógenos.
Poco después, la situación se calmó, aunque la policía de la urbe ha informado de que al menos 52 personas han sido detenidas este lunes.
Entretanto, en la costa oeste, en Los Ángeles, la policía arrestó a decenas de personas que estaban en la calle tras el comienzo del toque de queda en Sunset Boulevar, en Hollywood, según medios de comunicación locales.
Asimismo, se están registrando saqueos en Van Nuys Boulevard .
En otro punto de país, en Texas, se han producido altercados entre manifestantes que habían cerrado un puente en Dallas y la policía, que ha procedido a detenerlos.
Los agentes arrojaron gas lacrimógeno contra los participantes en la protesta, algunos de los cuales fueron detenidos. Muchos de ellos se sentaron en el suelo para evitar que la policía avanzara por el puente.
Por otro lado, en Chicago, en el estado de Illinois, miles de personas participaron en protestas pacíficas en las áreas de Lakeview y Uptown, y se han producido saqueos en varios barrios.