Internacional

Al Asad, el gran aliado de Moscú en Oriente Medio, cae después de que Putin ponga todos sus esfuerzos en Ucrania

La guerra relámpago de Al-Jolani aprovecha la falta de militarización rusa en la zona por la incapacidad de Moscú para estar en dos frentes

Unos 700.000 efectivos rusos se encuentran luchando en el frente contra las fuerzas ucranianas, un sobresfuerzo militar que ha provocado que el Kremlin haya abandonado a su suerte al régimen de al Asad en Siria. Es uno de los principales diagnósticos de la impactante victoria de Al-Jolani, quien tan solo ha necesitado 12 días de conflicto para derrocar al gobierno del país. Un movimiento militar muy similar al que intentó, sin éxito, Vladimir Putin en Ucrania.

Precisamente el interés del mandatario ruso era la principal razón por la que Bashar al Asad había conseguido sostenerse en el poder. El ejército ruso, apoyado por la aviación, había conseguido repeler el levantamiento de milicias rebeldes en los últimos años. Pero la guerra de Ucrania ha provocado una desatención por parte de Putin que ha permitido el paseo militar de al-Jolani hasta llegar a Damasco. Una falta de efectivos también provocada por Irán, el otro gran sustento del régimen.

La velocidad de acción ha sorprendido incluso a la Inteligencia de Estados Unidos, quien pronosticó la caída de al Asad "en cuestión de días", algo que ha acabado solventándose en pocas horas. El ataque que comenzó el pasado 27 de noviembre con el respaldo de Turquía, consiguió la rendición de Alepo en apenas tres días y en la provincia aledaña de Idlib. Los cohetes rusos lanzados por el ejército sirio no detuvieron a los rebeldes, que continuaron su avance imparable.

Una semana después del inicio del ataque, rebeldes y yihadistas tomaron la ciudad de Hama, la cuarta ciudad más grande de Siria. Tan solo necesitaron unas horas para hacerse con el control de la urbe. Un día después, el viernes Damasco estaba prácticamente cercado por las fuerzas rebeldes, a lo que se sumó la toma total de Homs este sábado, ciudad estratégica dentro del conflicto.

Con Al Asad cercado en Damasco, con el ejército rodeando la capital, las fuerzas rebeldes solo han necesitado la noche para hacerse con el control total del país. Una situación prevista por los aliados de ambos frentes: Irán y Rusia decidieron sentarse con Turquía para negociar una salida política al conflicto. Unas conversaciones que, según se prevé, se repetirán los próximos días para garantizar un traspaso de poderes pacífico.

Trump cree que Putin ha perdido el interés por Siria

El presidente electo de EEUU, Donald Trump, aseguró este domingo que el hasta ahora mandatario sirio, Bachar al Asad, ha huido de su país porque su aliado, el presidente ruso, Vladimir Putin, ya "no está interesado en protegerlo".

"Asad se ha ido. Ha huido de su país. Su protector, Rusia, liderada por Vladimir Putin, ya no estaba interesada en protegerlo. No había ninguna razón para que Rusia estuviera allí en primer lugar. Perdieron todo interés en Siria debido a Ucrania, donde cerca de 600.000 soldados rusos yacen heridos o muertos, en una guerra que nunca debió haber comenzado", escribió Trump en la red social Truth Social.

El régimen de la familia Al Asad, que gobernó el país árabe desde 1971, colapsó este domingo a manos de los insurgentes, la mayoría islamistas, liderados por el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe), que tomaron Damasco sin apenas resistencia tras apenas 12 días de ofensiva.

Bachar al Asad huyó del país en un avión "especial" según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos y se desconoce su paradero, mientras que el Mando de Operaciones Militares de la coalición de grupos islamistas y proturcos responsable de su caída proclamaba Damasco "libre del tirano Bashar al Asad".

Trump relacionó directamente la caída de Al Asad, apoyado por Irán y Rusia, con la guerra en Ucrania, que ha obligado a Moscú a reducir su presencia militar en Siria, donde se instalaron cuando comenzó la guerra en 2011 en apoyo al régimen de Damasco. "Rusia e Irán están muy debilitados en este momento, uno por Ucrania y una mala economía, y el otro por Israel y sus éxitos militares", explicó el próximo mandatario estadounidense, que asumirá en la Casa Blanca el 20 de enero con la promesa de "frenar guerras".

Trump indicó que el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha pedido "ridículamente" 400.000 soldados y "detener la locura" de la guerra. "Debería haber un alto el fuego inmediato y deberían comenzar las negociaciones. Se están desperdiciando demasiadas vidas innecesariamente, se están destruyendo demasiadas familias y, si continúa así, puede convertirse en algo mucho peor", aseveró Trump sobre la guerra en Ucrania. "Conozco bien a Vladimir (Putin). Este es su momento de actuar. China puede ayudar. ¡El mundo está esperando!", agregó.

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