Los separatistas prorrusos en el este de Ucrania están deteniendo de forma arbitraria a civiles y sometiéndoles a torturas, trato degradante y trabajos forzados, según un informe publicado por Human Rights Watch (HRW), que denuncia que en algunos casos los civiles son detenidos para usarlos como rehenes Según esta organización, desde abril de este año los combatientes armados que respaldan a las autoproclamadas República Popular de Donetsk (DPR) y República Popular de Lugansk (LPR) han capturado a cientos de civiles, activistas políticos pro Kiev, activistas religiosos y en algunos casos a sus familiares.
"Los insurgentes prorrusos están cometiendo de forma regular crímenes horribles", ha denunciado el director para Europa y Asia Central de HRW, Hugh Williamson, en un comunicado. "Hay motivos contundentes para estar seriamente preocupados por la seguridad y el bienestar de cualquier persona en manos de las fuerzas insurgentes en el este de Ucrania", ha añadido Durante el mes de agosto, investigadores de HRW en el este de Ucrania han documentado 20 casos en los que los rebeldes han capturado a civiles y han entrevistado a doce personas que aseguran que sus captores les golpearon, dieron patadas, apuñalaron o laceraron, les quemaron con cigarrillos o les sometieron a ejecuciones simuladas.
Al menos seis de ellos fueron usados como rehenes bien para obtener un rescate o bien para intercambiarlos por separatistas capturados por las autoridades ucranianas, precisa HRW. Al parecer, habría otro de ellos a la espera de un intercambio. Tres de los casos documentados por HRW siguen detenidos en Donetsk. La tortura y el trato cruel o degradante de personas bajo custodia está absolutamente prohibido en virtud de los Derechos Humanos y del Derecho Humanitario y los estados tienen la obligación de procesar a los responsables, ha recordado la organización.
"Las autoproclamadas autoridades en el este de Ucrania deberían liberar inmediatamente a cualquier persona detenida arbitrariamente, poner fin a las detenciones arbitrarias, los asesinatos extrajudiciales, los secuestros y la tortura de detenidos, y tratar a todas las personas bajo custodia -civiles y militares- de forma humana y con dignidad", ha reclamado Williamson. Además, ha defendido que "Rusia debería usar su influencia ante las fuerzas insurgentes en el este de Ucrania para detener estas flagrantes violaciones y garantizar que los responsables de las mismas son llevados ante la justicia".
Listas de detenidos
El pasado 17 de agosto los investigadores de HRW fueron testigos de cómo un representante de la DPR en un Donetsk leía una lista de 55 detenidos a un gran número de residentes que se habían congregado con la esperanza de saber de familiares desaparecidos. Los residentes confirmaron a la ONG que los separatistas leen una lista de civiles detenidos cada noche.
HRW también encontró listas de detenidos de los insurgentes de la localidad de Slaviansk en un edificio del Servicio de Seguridad ucraniano (SBU) después de que las fuerzas ucranianas retomaran la ciudad. Los investigadores pudieron encontrar en la lista a personas cuyos casos había documentado HRW.
Por otra parte, la organización internacional ha expresado su preocupación por las "pruebas de ejecuciones extrajudiciales y otras muertes de civiles bajo custodia". Así, HRW ha tenido acceso a tres condenas a muerte contra civiles aparentemente emitidas por un tribunal de guerra sumario de los separatistas en Slaviansk. En ellas, dos personas aparecían como "ejecutadas".
HRW ha precisado en su comunicado que no ha podido verificar de forma independiente si los incluidos en la sentencia de muerte han sido ejecutados, pero recuerda en julio varios medios y periodistas también informaron de la existencia de órdenes de ejecución en Slaviansk y "las corroboraron con fuentes, incluido un hombre que fue 'juzgado'".
La organización ha indicado que no ha podido establecer un número exacto de civiles detenidos por los insurgentes en el este desde abril, pero recuerda que la ONU, citando al Ministerio del Interior, informó en julio de 717, entre civiles y miembros de las fuerzas de seguridad ucranianas y que el Centro para la Liberación de Prisioneros, una ONG local, publicó este mes una lista de 501 personas a las que estaba tratando de liberar, de las que 129 eran civiles.