Coordinación estrecha entre Estados Unidos e Israel en plena escalada de la tensión en Oriente Medio. Ambas partes ultiman un plan para atacar a Irán tras la lluvia de misiles que Teherán lanzó sobre territorio israelí el pasado 1 de octubre. Altos mandos militares han celebrado una reunión bilateral en la que han acordado combatir la "amenaza" de Irán. Entre los objetivos prioritarios presumiblemente se encuentren instalaciones militares, aunque aún no se ha arrojado más luz sobre la envergadura de la contraofensiva militar que se cierne sobre el régimen de los ayatolás.
La premisa principal que parece esbozarse en el presumible ataque de Israel sobre Teherán pasaría por un ataque contundente, en respuesta al lanzamiento de 200 misiles iraníes sobre posiciones iraelíes, interceptados en su mayoría por las defensas antiaéreas locales y que se cobraron la vida de un palestino en Jericó; pero no lo suficientemente rotundo como para arrastrar a una guerra total.
Israel mantiene dos frentes abiertos de guerra. El primero, sobre la Franja de Gaza, con los objetivos principales de liberar a los 101 rehenes que aún permanecen secuestrados y el "desmantelamiento político y militar" de Hamás. Entes internacionales como la ONU o la Unión Europea hacen un llamamiento al cese el fuego inmediato alegando cuestiones humanitarias sobre la población civil.
El segundo, en el Líbano, contra Hezbolá. ¿Hasta dónde llegará esta ofensiva terrestre y aérea? El Ejército israelí sostiene que el objetivo definitivo, más allá de la muerte de Hasan Nasrala, en la cúspide de la milicia terrorista, pasa por "obtener las condiciones de seguridad necesarias" para el retorno de 66.000 civiles israelíes que permanecen evacuados cerca de la frontera con el Líbano.
Coordinación Israel-EEUU
A los mandos militares israelíes y estadounidenses no se les escapa que la guerra continuada en ambos frentes desgasta las capacidades militares de respuesta, si bien prevén un ataque militar en fechas inminentes sobre posiciones iraníes.
El general Michael Erik Kurilla, jefe del Comando Central de Estados Unidos -con área de influencia sobre Oriente Medio-, mantuvo encuentros los pasados 5 y 6 de octubre con el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, y con el jefe del Ejército del país hebreo, el teniente general Herzi Halevi, así como con otros altos cargos militares y de seguridad nacional.
"El ministro Gallant y yo discutimos la actual situación de seguridad en Israel, los esfuerzos para defender Israel y los esfuerzos para contrarrestar las amenazas comunes. El teniente general Halevi y su equipo me trasladaron un informe de situación de los ataques balísticos de Irán del pasado 1 de octubre que impactaron en Israel y que acabaron con la vida de un palestino en Jericó", detalla el general Kurilla en relación con dichos encuentros.
"Discutimos sobre las actuales amenazas de grupos respaldados por Irán y los esfuerzos por estabilizar la región, asegurando la seguridad israelí y disuadiendo las actividades temerarias y malignas de Irán", añade.
Carrera nuclear
Uno de los puntos que abordaron en esta reunión sería el ataque de la respuesta israelí contra Irán. Según fuentes de seguridad consultadas por el Jerusalem Post, el objetivo principal se centraría en instalaciones militares del régimen de los ayatolás, y no en sus instalaciones nucleares, a pesar de que algunas voces dentro del mismo Gobierno de Benjamin Netanyahu plantean que sería la oportunidad idónea para frenar el programa nuclear iraní.
Una de las voces más reconocidas en poner el foco en este objetivo es Naftali Bennett, exprimer ministro israelí: "Ahora que los principales representantes del terrorismo de Irán están debilitados [en referencia a Hamás y Hezbolá], Israel finalmente tiene la oportunidad de atacar el programa nuclear de Irán".
Con todo, Estados Unidos ha planteado a Israel que le informe de forma puntual sobre sus planes para atacar Irán, así como sobre los frentes militares que mantiene tanto en Gaza como en el Líbano: "Seguiremos dialogando con nuestros aliados de Israel sobre su defensa y cómo monitorizar y combatir amenazas como las que arrebataron tantas vidas el 7 de octubre [de 2023, cuando Hamás asesinó a 1.200 personas]".