Las Fuerzas Armadas de Egipto han alertado este sábado de que si los distintos grupos políticos no alcanzan un consenso para salir de la actual crisis las consecuencias pueden ser trágicas, algo que, han asegurado, no están dispuestos a permitir. "El método del diálogo es el mejor y único para llegar a un consenso y lograr los intereses supremos del país y los ciudadanos. Lo contrario nos introduce en un oscuro túnel cuyo resultado será trágico, y eso es algo que no permitiremos", ha dicho el Ejército en un comunicado. La Coalición Islamista de Egipto por su parte se ha mostrado est sábado tajante en su negativa a retrasar el referéndum sobre la nueva Constitiución, que ha provocado violentos enfrentamientos en el país en las últimas semanas.
En su primera reacción oficial a la tensión que vive el país, las Fuerzas Armadas han afirmado que "la continuidad de la crisis no beneficiará a ninguna parte y el precio de ello lo pagará toda la patria". Según el Ejército, las diferencias por cuestiones ideológicas son comprensibles, pero si éstas llevan a "un choque o a un conflicto es un asunto que todos deben evitar". "Respaldamos el diálogo nacional y la senda democrática seria y sincera sobre las causas y puntos en los que se discrepa, hasta llegar a un consenso que reúna a todos los componentes de la patria", ha agregado la nota.
Las Fuerzas Armadas han subrayado que quieren "la unidad" del pueblo egipcio, por lo que pidieron a todas las partes "vigilar con mucha cautela los sensibles acontecimientos que se registran en el plano interno y externo para evitar evaluaciones y cálculos erróneos". En su opinión, estas evaluaciones erróneas podrían impedir distinguir "entre lo que se requiere para solucionar la actual crisis y entre los principios estratégicos basados en la legitimidad jurídica y las bases democráticas acordadas para avanzar hacia el futuro". Por último, el Ejército ha subrayado "su responsabilidad patriótica de preservar los intereses supremos de la patria y proteger los lugares vitales e instituciones públicas y los intereses de los cuidadnos".
La tensión entre las distintas fuerzas egipcias, que ha derivado en violentos enfrentamientos, ha aumentado desde que el presidente Mohamed Mursi blindara sus poderes ante la Justicia el pasado 22 de noviembre y convocara recientemente el referéndum sobre la nueva Constitución. El pasado miércoles, al menos seis personas murieron y centenares resultaron heridas en choques entre partidarios y detractores de Mursi en torno al Palacio Presidencial, mientras que en estas semanas han sido atacadas numerosas sedes de los Hermanos Musulmanes.
"Sin modificaciones ni retraso"
La Coalición Islamista de Egipto ha rechazado cualquier retraso en el referéndum sobre la nueva Constitución y ha advertido sobre "los intentos de derrocar al presidente, elegido democráticamente, y al Gobierno legítimo". En un comunicado, esta plataforma ha subrayado que el plebiscito tiene que celebrarse en su fecha, el próximo 15 de diciembre, "sin modificación ni retraso", porque la consulta popular es "un paso en el camino hacia la estabilidad y la construcción de las instituciones del Estado". La Coalición Islamista está integrada por los Hermanos Musulmanes y el Partido Libertad y Justicia (PLJ), afín a la cofradía -a los que perteneció Mursi hasta que asumió la Presidencia-, además de los salafistas de Al Nur y Gamaa al Islamiya, y el llamado Frente Salafista, entre otros.
El referéndum, convocado hace una semana por el presidente egipcio ayudará a cumplir con las demandas del pueblo de prosperidad económica, seguridad, sanidad y educación, ha agregado. En su nota, los islamistas subrayan que no aceptarán "la vuelta del régimen anterior corrupto bajo ningún pretexto ni ningún nombre". "Advertimos de que los millones de personas que hicieron esta revolución pacífica no se quedarán de brazos cruzados mientras ven cómo esta es socavada", señaló el grupo, que acusó a los medios de comunicación de apoyar a los leales al antiguo régimen.
La oposición laica, unida en el Frente de Salvación Nacional, ha rechazado participar en el diálogo propuesto por Mursi para salir de la crisis porque el mandatario ha ignorado sus reivindicaciones de anular el acta constitucional con la que blindó sus poderes y la convocatoria del referéndum sobre la Carta Magna. En un intento de persuadir a la oposición para que participe en el diálogo nacional, el vicepresidente Mahmud Meki aseguró el viernes que Mursi está dispuesto a aceptar un retraso del plebiscito con la condición de que este aplazamiento no pueda ser recurrido ante la Justicia.