El primer ministro británico, David Cameron, y el ministro principal escocés, Alex Salmond, han firmado este lunes en Edimburgo el acuerdo que permitirá la convocatoria de un referéndum sobre la independencia de Escocia en 2014.
Según informa la agencia Efe, el acuerdo establece los términos para que el Parlamento de Escocia pueda organizar la consulta y ha sido suscrito por los dos políticos en la Casa de St. Adrews, sede del Gobierno escocés. La firma de este documento dará paso a la decisión constitucional más importante para los escoceses desde la llamada Acta de Unión de 1707, por la que Escocia está unida a Inglaterra.
El plebiscito se celebrará antes de que termine 2014, aunque no se ha especificado fecha, y contendrá una única pregunta: si se está o no a favor de que Escocia abandone el Reino Unido. También se ha acordado rebajar la edad de voto a 16 años, dos por debajo de la edad legal para votar en Reino Unido.
Londres y Edimburgo se han comprometido a aceptar el resultado de la consulta, sea favorable o no a la independencia, y a trabajar en favor de los escoceses.
Un acuerdo que pone fin a largas negociaciones
El Gobierno de Cameron permitirá en esta ocasión que el Parlamento escocés se haga cargo de los aspectos legales del referéndum, aunque según la Ley de 1998 que dio paso a la autonomía escocesa, cualquier cambio constitucional es competencia directa de Londres. Así, Escocia deberá aprobar la legislación competente que establezca la fecha de la consulta, el contenido de la pregunta y cómo será la campaña.
"Los Gobiernos han acordado que el referéndum debe cumplir con el más alto nivel de justicia, transparencia y decoro", reza el acuerdo firmado por los dos políticos en la capital escocesa. Este encuentro ha puesto fin a intensas negociaciones entre las dos partes sobre el calendario y la forma que tendrá la consulta.
Salmond, líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), ha sido siempre partidario de celebrar un plebiscito en 2014, cuando se cumplirán 700 años de la Batalla de Bannockburn, una importante victoria escocesa frente a Inglaterra.
Para superar las diferencias entre Londres y Edimburgo, el SNP ha renunciado a la opción de una segunda pregunta en el referendo, con la que se pretendía plantear la posibilidad de que Escocia permaneciera en el Reino Unido pero asumiendo Edimburgo mayores competencias.
El líder nacionalista presentó el pasado enero en el Parlamento de Edimburgo su propuesta para convocar el referéndum pues quiere poner fin a la influencia de Londres en asuntos escoceses y porque cree que su región se beneficiará económicamente de la separación.
Por su parte, los partidos mayoritarios británicos defienden la adhesión de Escocia al Reino Unido, que ven beneficiosa para todas las partes.