El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, aseguró que está trabajando "duro" para que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, no siga en el poder a final de año y urgió a la Unión Europea (UE) y países latinoamericanos a imponer sanciones sobre el "régimen" para lograr ese objetivo.
"Obviamente esperamos que él (Maduro) no sobreviva el año y estamos trabajando duro para que eso suceda", afirmó Abrams este martes durante una audiencia en el comité de Exteriores del Senado.
Para evitar que Maduro continúe en el poder, Abrams dijo que "el pueblo venezolano debe reaccionar" contra las elecciones legislativas en Venezuela del 6 de diciembre y consideró que la comunidad internacional, incluidos los 59 países que reconocen como presidente interino al líder opositor Juan Guaidó, también deben "rechazar esos comicios como un completo fraude".
El 6 de diciembre, Venezuela celebrará elecciones para renovar la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) y a las que el grueso de la oposición venezolana no se presentará por considerarlas un fraude, lo que deja vía libre para que el chavismo retome el control de este órgano, que desde 2015 está en manos de los opositores.
Al respecto, Abrams adelantó que Washington no reconocerá la legitimidad de esos comicios y continuará reconociendo a Guaidó como presidente de la AN y jefe de Estado interino, independientemente de cualquier resultado.
"Unas elecciones corruptas no cambiarán el estatus de Guaidó", sostuvo.
Llamamiento a Canadá y la UE
Además, Abrams urgió a Canadá, la UE y los países signatarios del Tratado de Río a imponer más sanciones contra Maduro.
"Necesitamos más sanciones, sanciones personales, de las del tipo que Canadá, la UE y los países del Tratado de Río han hecho. Necesitamos restricciones de viaje. En este caso, cuantas más sanciones mejor porque ponen más presión sobre el régimen", subrayó el diplomático.
En la audiencia, Abrams recibió preguntas muy duras de senadores demócratas y republicanos como Mitt Romney, que cuestionaron la política hacia Venezuela de EE.UU., que fue el primer país en enero de 2019 en reconocer a Guaidó como jefe de Estado interino.
Desde entonces, Washington ha liderado una campaña internacional para aislar a Maduro mediante la imposición de sanciones.
"Hay que dejar claro que nuestra política hacia Venezuela en el último año y medio ha sido un desastre absoluto y si no somos honestos sobre eso no podemos corregir nada", apuntó el senador demócrata Chris Murphy.
"Nuestra gran jugada -agregó- de reconocer a Guaidó desde el principio y de movernos rápidamente a la imposición de sanciones no ha funcionado. Lo único que ha hecho es fortalecer la jugada de Cuba y Rusia en Venezuela y ha permito a Maduro pintar a Guaidó como un chivo expiatorio de EE.UU."