Para el Gobierno francés es imprescindible atenerse a su programa de reducción del déficit público y no ceder a los “cantos de sirenas” que invitan a abandonar la austeridad, según señaló el domingo el ministro de trabajo francés, Michel Sapin, en una entrevista en Radio J.
Cuando le preguntaron si creía, como el ex primer ministro francés François Fillon en 2007, que el Estado francés estaba en bancarrota, Michel Sapin respondió: “Sin duda ha dejado un Estado totalmente en bancarrota”.
"Es por eso por lo que tuvimos que poner en marcha programas para reducir el déficit público y no debemos alejarnos de ese objetivo", añadió.
La política de austeridad del gobierno del primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, que se ha comprometido a reducir el déficit público al 3% al final del año, está siendo duramente criticada por la izquierda francesa, sobre todo por el Frente de Izquierda de Jean-Luc Mélenchon.
El ex primer ministro Michel Rocard, figura de una izquierda moderada de tendencia socialdemócrata, ha criticado también el apretado calendario del Gobierno: en una intervención en el Journal du Dimanche, ha considerado que el consumo, un motor clave del crecimiento, se ha quedado estancado.
"La recesión se agravará, por lo que el desempleo aumentará", señala Rocard. Y añade que "Es difícil de explicar a los mercados financieros, que empujan hacia la recesión y que podrían no recuperar el dinero que nos prestan."
"Así que hay un calendario para otros déficits", añade Michel Sapin. "Siempre y cuando no logremos una desaceleración en la reducción de la deuda, estamos bajo estrés", concluyó.