Grecia se echó en manos de la troika cuando se supo que un Gobierno, el del conservador Kostas Karamanlís (2004-2009), falseó datos macro que afectaban a la contabilidad nacional. Tres años después, otro gabinete conservador, encabezado esta vez por Andonis Samarás, no llega a tanto como su predecesor Karamanlís, primer culpable, a fin de cuentas, de la tragedia contemporánea griega; pero su Ejecutivo sí acomete alguna que otra trampa contable sobre el desempleo griego: mientras que Samarás y su equipo sostienen que Grecia cerrará el año por debajo del 25%, otras estadísticas públicas aseguran que ya se ha alcanzado esa barrera, e incluso rebasado.
El lío estadístico es fenomenal, porque Eurostat, que atribuye a España una tasa de paro del 25,1% en agosto, deja de contabilizar el desempleo heleno en junio, fecha en la que consigna a este país un 24,4%. Sin embargo, algunos sondeos públicos ya dan a Grecia un julio la misma cifra que España en agosto (25,1%). Y subiendo.
Finalmente, es importante atender a la evolución de la tasa: entre agosto de 2011 y junio de este año, Atenas pasó del 17,2% al 24,4%, lo que supone un crecimiento del 31%. En agosto de 2011, el paro en España era del 22% y un año después del 25%, siempre según Eurostat. Una evolución del 16%. El progreso porcentual del desempleo en ambos países y la matemática más básica solo permiten concluir que Grecia será el colista del paro de la Unión Europea cuando se conozcan los datos de agosto.
"Aquí el paro ronda el 30%"
Confirman esta tendencia varios portavoces del sindicato de trabajadores del sector privado GSEE y de la central de empleados públicos ADEDY. “Aquí el paro ronda el 30%”, confirma una portavoz del segundo sindicato. “Las estadísticas van atrasadas, apenas son creíbles, y además contabilizan a personas que trabajan una o dos horas que no deberían entrar en el registro”. Un miembro de un conocido think thank heleno, ideológicamente no muy favorable a las peticiones sindicales, respalda esta tesis desde el anonimato.