Desde el comienzo de la invasión de Ucrania, Rusia ha repetido un patrón que ha convertido a la población civil ucraniana en objetivo de las fuerzas de Vladimir Putin. Ataques deliberados contra zonas residenciales y centros urbanos, ejecuciones, bombardeos contra centros comerciales o el uso de la violencia sexual como arma de guerra son algunas de las atrocidades que denuncian las organizaciones humanitarias sobre el terreno. Un nueva investigación de Amnistía Internacional, centrada en el ataque ruso contra el teatro de Mariúpol, concluye que las tropas rusas cometieron un crimen de guerra cuando bombardearon en marzo aquel edificio en el que se refugiaban civiles. También supone una nueva evidencia de los crímenes contra el derecho internacional humanitario (DIH) que han cometido los invasores desde el inicio del conflicto, muchos de los cuales constituyen crímenes de guerra. En esta entrevista con Vozpópuli, Yolanda Vega, portavoz de Amnistía Internacional para Ucrania, analiza lo ocurrido en Mariúpol y el sufrimiento de la población civil en un conflicto que amenaza con enquistarse.
PREGUNTA: En el informe se menciona que con “casi total seguridad” el ataque fue obra por aviones rusos, ¿por qué un informe tan exhaustivos como éste no conlleva una conclusión rotunda?
RESPUESTA: Amnistía Internacional ha realizado una investigación muy exhaustiva cómo en otras ocasiones, por ejemplo en los ataques (contra zonas residenciales) de Járkov o en alrededores de Kiev. En este caso se ha entrevistado un número elevado de personas, bien testimonios directos que estaban en el teatro o bien personas que vivían en los alrededores. También se han analizado muchas fotografías. Con todo ese material llegamos a conclusiones muy sólidas: era un ataque deliberado contra este teatro, un objetivo civil y por lo tanto es un crimen de guerra que debería ser investigado.
P: ¿Barajasteis otras opciones antes de afirmar que fue un ataque deliberado?
R: Antes de eso se han planteado otras alternativas, como que el teatro resultase dañado como resultado de una serie de ataques indiscriminados que afectasen a una zona más amplia o que fuese un error. Pero resulta que no existían objetivos militares cercanos, no hubo un ataque indiscriminado en esa zona contra otros objetivos por el que el teatro fuera dañado. Por tanto se llega a esta conclusión. Claro que existe un resquicio de que haya otra posibilidad, pero este análisis es muy exhaustivo, se han conseguido nombres en la investigación e identificado a los fallecidos.
P: ¿Investigaron o entrevistaron a otras fuentes de carácter militar que pudieran confirmar que el teatro no se utilizó, por ejemplo, para almacenar armas?
R: Amnistía investiga también las fuentes oficiales y la conclusión es que en los días previos (al ataque), cuando se estaban organizando evacuaciones de civiles, había habido un pequeño número de soldados ucranianos que ayudaban a organizar esas evacuaciones o que habían intervenido en el reparto de medicinas y alimentos. Sí había una presencia reducida de fuerzas ucranianas en el teatro, pero en ningún momento se convirtió en un espacio militar. No había armamento y no había ninguna instalación militar. En marzo se estaban organizando corredores humanitarios para la evacuación y el teatro era uno de los tres puntos desde los que salían civiles. Era una de las zonas de seguridad para la población que se refugiaba de los combates.
Desde el inicio de este conflicto vemos cómo se repite un patrón en el que los civiles han sido un claro objetivo
P: Ataques deliberados contra población civil, ataques contra las rutas de evacuación… Da la impresión de que los crímenes de guerra han sido una constante en la invasión, ¿cómo ve Amnistía Internacional esto?
R: Amnistía Internacional ha denunciado desde el principio que las fuerzas rusas han cometido crímenes contra el Derecho Internacional Humanitario que constituyen, en muchos casos, crímenes de guerra. Esto se ve ahora en Mariúpol, pero también en Járkov hay ataques indiscriminados contra civiles. En el Derecho Internacional Humanitario, que es el que rige en los conflictos armados, hay un principio básico: diferenciar entre objetivos civiles y militares. En este conflicto, desde el inicio de la invasión, vemos cómo se repite un patrón en el que los civiles han sido un claro objetivo.
P: ¿Por qué las fuerzas rusas están cometiendo este patrón cuando es un país hermano, unido por lazos históricos y culturales?
R: La organización no entra en ese análisis. Tenemos claro que tiene que ser investigado, que todas las instancias que tienen capacidad jurídica sobre lo que está pasando en Ucrania, tanto la Corte Penal Internacional como las instancias ucranianas, tienen que recopilar toda esta información para que no se pierdan esas pruebas y haya una rendición de cuentas con procesos justos por parte de los responsables. No solo de los militares, también de la cadena de mando. Pero ya en 2014 con la guerra de Crimea hubo crímenes de guerra por parte de las fuerzas rusas y las ucranianas y Amnistía lo denunció. No es algo nuevo.
P: ¿Hay alguna investigación abierta o en curso sobre crímenes de guerra cometidos por las fuerzas ucranianas?
R: De momento, Amnistía no ha podido documentar crímenes de guerra cometidos por las fuerzas ucranianas. En 2014 si se denunció (los de Crimea), pero de momento no se han podido documentar ni se han evidenciado.
P: Por otro lado, hay informaciones constantes en los medios sobre las agresiones sexuales cometidas por fuerzas rusas. ¿Amnistía Internacional tiene testimonios sobre el uso de la violencia sexual como arma de guerra en Ucrania?
R: De momento hay dos casos identificados de víctimas de violencia sexual. Pero por la experiencia de otros conflictos, esta violación de los derechos humanos van saliendo a la luz con el tiempo. Es decir, es necesario un tiempo para que se produzcan las denuncias. Cuando exista este tipo de evidencias, se denunciarán estos hechos, que suponen también otro crimen de guerra.
P: Los investigadores de Amnistía que están sobre el terreno, ¿qué dicen sobre el estado anímico de los civiles?
R: Amnistía intenta transmitir el mensaje de que en este conflicto la población civil está sufriendo muchísimo. Los ucranianos tenían una vida muy normal y, de repente, todo se vino abajo en pocos días. En esta guerra se está viendo un desprecio absoluto hacia la población civil. Los civiles se han convertido en objetivos, más allá de las operaciones militares. Hay un patrón de ataques contra la población, ataques que son deliberados.
Leonidas
Buenos, más o menos como Ucrania con los del donbast durante 7 años. O de occidente con los países árabes o africanos. ¿O se nos olvida esa parte?
Sin_Perdon
Ucrania lleva MATANDO civiles en el Donbass desde 2015. Se calcula que unas 14.000 personas han fallecido por culpa de esos ataques. Está documentado que en el 2014 una jauría de nazis ucranianos asaltaron la Casa de los Sindicatos en Odessa, donde se habían refugiado huyendo de ellos decenas de manifestantes contra el golpe de estado que se había dado en Kiev. Prendieron fuego al edifico y "cazaban" a los que huían, hubo más de una TREINTENA de fallecidos. A día de hoy SE SIGUEN sucediendo DIARIAMENTE bombardeos indiscriminados contra la ciudad de Donetsk, con víctimas civiles, incluídas niños. Está COMPROBADO por fotografías, videos y declaraciones de residentes de zonas liberadas que las fuerzas ucranianas usan deliberadamente edificios civiles como guarderías y hospitales como puntos de resistencia de sus tropas, usando a los civiles como "escudos humanos", también suelen usar morteros cerca de un edificio civil y al momento se retiran, con lo que la respuesta rusa muchas veces impacta en esos edificios. Que con toda esta información salga esta señora de AI diciendo que "De momento, Amnistía no ha podido documentar crímenes de guerra cometidos por las fuerzas ucranianas" es una declaración de lo miserables que son. No lo ha documentado porque no le ha dado la gana, porque si lo hace LE CORTAN LAS FUENTES DE FINANCIACIÓN, y estos chicos voluntariosos TAMBIÉN COMEN, y muy bien, así que alguien tendrá que pagar sus facturas y ellos no se van a poner a currar a estas alturas.