"El hundimiento de varios buques rusos llevo probablemente al cese del anterior comandante de la Flota del Mar Negro, Viktor Sokolov, a mediados de febrero", según la Inteligencia británica, que detecta que "Ucrania sigue limitando la libertad de maniobra de la Armada de Rusia" en esta zona estratégica.
Rusia ha perdido en cinco semanas tres buques, el último de ellos el Sergey Kotov, este mismo martes. Las fuerzas ucranianas utilizaron supuestamente embarcaciones no tripuladas, a las que ya recurrió para otro ataque el 14 de febrero, un día antes del cese de Viktor Sokolov.
Los expertos británicos han recordado que el Sergey Kotov formaba parte de la Flota del Mar Negro desde julio de 2022 y que ya había sufrido dos ataques previos al del lunes: uno el mismo mes en que se incorporó al despliegue y otro en septiembre. Ambos incidentes se saldaron con daños menores, lo que permitió que volviese a estar operativo en un corto periodo de tiempo, según el informe divulgado por el Ministerio de Defensa de Reino Unido.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, advirtió en un discurso el martes de que "nunca habrá puertos seguros para los terroristas rusos en el mar Negro".