Una leyenda urbana asegura que no sabemos lo que nos meten en las hamburguesas y algo de verdad hay en ello. Un estudio llevado a cabo en Reino Unido e Irlanda ha concluido que un 85% de las hamburguesas de vacuno analizadas tenían carne de cerdo y un 37% de caballo.
Irlanda se ha defendido diciendo que la carne procedía de España y Holanda, y se vendía congelada en los supermercados Lidl, Aldi y Tesco. En alguna de ellas la proporción era apenas del 1%, pero en otras, como las de Tesco, llegaba al 30%. Los primeros indicios apuntan a que se trata de un accidente.
Las autoridades han explicado que no existe riesgo para la salud pero que sí se trata de un fraude alimentario.