La reina será enterrada el próximo día 19 junto a la tumba de su marido, el duque de Edimburgo, en la capilla Rey Jorge VI, en el castillo de Windsor, en una ceremonia privada. El acto será a las 19.30 hora local (18.30 GMT), justo después del funeral de Estado que recibirá en la abadía de Westminster. Este lugar, muy próximo al Parlamento, dará acogida a 2.000 personas, entre las que figuran jefes de Estado y Gobierno de todo el planeta, así como representantes de casas reales.
El 19 de septiembre, en Westminster
El féretro reposará en Westminster Hall hasta la celebración de su funeral de Estado, donde el público podrá presentar sus respetos mientras el féretro de la Reina, que en principio estará cubierto con el Estandarte Real. Cuando el cuerpo de la Reina Madre hizo lo propio en 2002, miles de personas hicieron cola durante horas para ver su ataúd.
De acuerdo con la hoja de ruta marcada en la 'Operación London Bridge', la Familia Real es la encargada de anunciar los actos funerarios en honor de Isabel II. El Palacio de Buckingham ha confirmado que el funeral de Estado será el próximo lunes, 19 de septiembre, a las 11:00 hora local (las 12:00 en el horario de España peninsular) en la abadía de Westminster, en Londres.
Antes de este acto, el féretro de la reina viajará en procesión fúnebre por Edimburgo (Escocia) donde se encuentra actualmente tras abandonar este domingo el castillo de Balmoral. Si todo va según lo previsto, se espera que el martes, 13 de septiembre, la princesa Ana acompañe el ataúd de su madre desde la catedral de Saint Giles hasta el aeropuerto de la capital escocesa y, posteriormente, a la base de la fuerza aérea real RAF Northolt. Sobre las 19:00 horas, partirá el vuelo que trasladará el cadáver de la reina al Palacio de Buckingham, en Londres.
El cuerpo de la reina se trasladará en procesión desde el Palacio de Buckingham hasta Westminster Hall durante la tarde del miércoles, 14 de septiembre. Según apunta la BBC, el féretro será transportado en una carroza de la Tropa Real de Artillería a Caballo del rey, y estará acompañado por un desfile militar y miembros de la familia real. El rey Carlos III encabezará la procesión.
Una vez en Westminster, el féretro de Isabel II se colocará sobre un túmulo funerario conocido como catafalco, envuelto con el estandarte real y adornado con la corona, el orbe y el cetro, símbolos de poder de la monarca. Cada una de las esquinas estará custodiada por un soldado de la Guardia Real.
Si todo va según lo previsto, a partir del viernes, 16 de septiembre, y hasta el día 19, se abrirá una capilla ardiente para que la población pueda despedirse de la reina. Paralelamente, se ultimarán los preparativos para el funeral de Estado, que tendrá lugar el 19 de septiembre a las 11:00, hora local (12:00, hora peninsular española).
La ceremonia se celebrará en la Abadía de Westminster, en Londres. Posteriormente, el cuerpo será trasladado a la capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, donde será enterrada en la capilla conmemorativa del Rey Jorge VI junto a su marido, el Príncipe Felipe. El día del funeral ha sido declarado día festivo en Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte y Escocia. Este día será el último de luto en todonacional, vigente desde el 9 de septiembre, si bien la familia real extenderá el duelo durante siete días más.
Dos minutos de silencio y Heathrow detenido
Mientras, el aeropuerto londinense de Heathrow, uno de los aeródromos con mayor tráfico de Europa, anunció este jueves que detendrá los vuelos durante diversos periodos el próximo lunes para respetar el silencio que guardará el Reino Unido durante el funeral de Estado de Isabel II. Ningún avión recibirá permiso para despegar ni aterrizar en el aeropuerto, a unos 20 kilómetros al oeste de Londres, desde quince minutos antes hasta quince minutos después del término de la ceremonia religiosa en la abadía de Westminster, cuando están programados dos minutos de riguroso silencio nacional.
Además, el funeral de Estado en memoria de la reina Isabel II de Inglaterra concluirá el lunes con dos minutos de silencio que el Gobierno quiere hacer extensible a todo Reino Unido, en una última señal de reconocimiento a la difunta monarca, que esa misma tarde será enterrada en una ceremonia privada en el castillo de Windsor.