Un grupo antisistema y la policía se han enfrentado este jueves en el centro de Roma, con varias cargas policiales y el asalto a un blindado, durante una manifestación convocada para pedir el derecho a la vivienda.
La protesta convocada por el Movimiento por la Vivienda ha desembocado en el lanzamiento de varios objetos por parte de los manifestantes, como botellas de agua, monedas o huevos, y la respuesta de los Carabinieros (policía militar italiana) con gases lacrimógenos.
Este enfrentamiento ha desatado una pequeña batalla campal en la céntrica calle del Tritone, donde un blindado policial ha sido asaltado por un grupo de jóvenes, algunos encapuchados, quienes se han subido al vehículo y desde ahí han lanzado objetos para luego bajarse y zarandearlo.
Un grupo de jóvenes ha asaltado un blindado policial desde el que han lanzado objetos para luego bajarse y zarandearlo
Algunos manifestantes usaron las banderas que portaban para agredir a los agentes y los policías respondieron con sus porras, por lo que ha habido varios heridos leves, entre ellos un miembro de las fuerzas del orden. La mayoría de los comerciantes de la zona decidieron cerrar sus negocios y los turistas también han huido de esas calles.
La Cámara de los Diputados de Italia amaneció esta mañana con un cartel en el que se leía la palabra "CASA" y varias banderas de los movimientos sociales Asia y USB, mientras que en la plaza ondeaba una gran bandera roja con la frase "La casa se toma".
En la sede del Parlamento, continúan congregados centenares de manifestantes mientras que la sede del Gobierno continúa protegida por la policía
Los enfrentamientos con las fuerzas del orden han estallado cuando estos grupos por el derecho a la vivienda se dirigían hacia la calle Stamperia, donde se está llevando a cabo una Conferencia Extraordinaria de la Asociación Nacional de Municipios Italianos, ANCI, en la que está presente el alcalde de Roma, Ignacio Marino.
Entre tanto, en la céntrica plaza Montecitorio, donde tiene la sede el Parlamento, continuaron pacíficamente congregados algunos centenares de manifestantes. La sede del Gobierno italiano, a pocos metros de allí, está fuertemente protegida por la policía.
Estos disturbios se producen sólo dos semanas después de la convocatoria del pasado 19 de octubre, en la que se pedía menos austeridad y más políticas sociales y en la que también hubo enfrentamientos entre la policía y grupos antisistema.