El Parlamento japonés ha ratificado este miércoles una ley para garantizar de manera gratuita la vacunación contra el coronavirus, aunque no se descarta que sólo puedan beneficiarse de ella la población local, en un momento en el que el país se enfrenta a la peor ola desde el estallido de la pandemia, que deja ya 151.700 casos acumulados y poco más de 2.200 fallecidos.
La aprobación de la Dieta, la Asamblea nipona, permitirá que la ley entre en vigor de inmediato, después del visto bueno previo de la Cámara de Representantes.
El texto estipula que la vacunación no será obligatoria y que será el Estado quien también asuma los costes que pudieran ocasionar posibles efectos secundarios y las reclamaciones motivadas por ello a las compañías farmacéuticas.
"Gente del país"
Las autoridades japonesas esperan que los procesos de vacunación se lleven a cabo durante el primer semestre de 2021, y serán los gobiernos locales los encargados de administrar las vacunas, según ha explicado el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar, con prioridad en una primera fase para personal médico y sanitario, personas mayores, y aquellas consideradas población de riesgo.
El primer ministro, Yoshihide Suga, ha prometido suficientes dosis para la "gente del país" durante los primeros seis meses de 2021, pero no ha quedado claro hasta qué punto los residentes extranjeros podrán beneficiarse de este proceso gratuito, informa el diario 'The Japan Times'.
De igual modo, la Dieta también ha aprobado una enmienda a la conocida como ley de cuarentena, con la que prorrogar doce meses más a partir de febrero de 2021 el uso de instalaciones hospitalarias como lugares de aislamiento de todas aquellas personas que ingresen en el país y presenten síntomas.
Hasta el momento, el Gobierno japonés ha firmado contratos con la empresa farmacéutica británico-sueca AstraZeneca y las estadounidenses Pfizer y Moderna para el suministro de vacunas, mientras que al mismo tiempo también está trabajando en el desarrollo de las suyas propias.