El presidente ruso se ha dirigido este lunes a los ciudadanos a través de un mensaje televisado donde se ha pronunciado por primera vez sobre el motín liderado este fin de semana por el grupo Wagner. Vladimir Putin ha agradecido a los rusos su "patriotismo" durante la rebelión de grupo paramilitar Wagner y ha apuntalado el final del grupo militar privado.
En un mensaje a la nación, el líder ruso ha ofrecido a los mercenarios de Yevgeni Prigozhin unirse al ejército ruso o "irse a Bielorrusia", para luego asegurar que la organización paramilitar Grupo Wagner ha traicionado a su patria, mientras que las fuerzas armadas ratificaron su lealtad a Rusia.
"Hoy tienen la oportunidad de continuar sirviendo a Rusia con un contrato con el Ministerio de Defensa u otras agencias de la ley, o regresar con sus familias y amigos. El que quiera puede ir a Bielorrusia. La promesa que hice se cumplirá", ha detallado. "La gran mayoría de los combatientes y comandantes del grupo Wagner también son patriotas rusos, dedicados a su pueblo y al Estado. Lo demostraron con su coraje en el campo de batalla, liberando Donbás y Novorossiya", ha añadido el presidente ruso.
Putin no ha mencionado al jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, aunque sí ha hecho alguna alusión: "Los organizadores de la rebelión, traicionando a su país, a su pueblo, traicionaron también a quienes se vieron envueltos en este crimen. Les mintieron, les empujaron a la muerte, bajo fuego, para disparar contra los suyos".
Después de que el jefe de Wagner denunciara públicamente que sus tropas habían sido atacadas por militares rusos, llegó la reacción de Moscú: se abre una causa penal contra Yevgeni Prigozhin. Ahora, tras días de enfrentamientos entre Putin y su equipo de mercenarios desplegado en Ucrania, su líder ha anunciado que el grupo se disolverá el próximo 1 de julio, como ya había planeado el Ministerio de Defensa de Rusia.
El chef de Putin ha asegurado, no obstante, que no aceptó firmar un acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso para abandonar Rusia, sino que se fueron del país para "evitar el derramamiento de sangre de la ciudadanía", no "para derrocar el régimen ruso". "Éramos los más preparados, cumplíamos todas las misiones (…) como resultado de intrigas y malas decisiones, se suponía que Wagner dejaría de existir el 1 de julio de 2023", ha lamentado.
Algunos combatientes sí firmaron contratos con el Ministerio de Defensa para pasar a formar parte del ejercito ruso, aunque según el líder del grupo militar privado se trata de un porcentaje reducido. "Los combatientes que decidieron que estaban listos para pasar al Ministerio de Defensa lo hicieron. Pero se trata de un número mínimo, estimado entre el 1% y el 2%" señaló", ha señalado.
El líder de la organización paramilitar ha declarado que el motín nunca había sido impulsado con la intención de derrocar al Gobierno y ha lamentado haber atacado a la aviación rusa. "El objetivo de la marcha era evitar la destrucción de Wagner y pedir cuentas a los funcionarios que con su actuación poco profesional han cometido un gran número de errores", ha detallado en audio publicado en su canal de Telegram.
Prigozhin ha cuestionado la estrategia militar de las tropas rusas y ha asegurado que si los mercenarios de Wagner hubiesen estado al frente de las primeras operaciones en suelo ucraniano tras anunciarse la "operación militar especial", los enfrentamientos hubiesen durado escasos días. Además, ha reconocido que el éxito de su avance supuso dar "una master class de cómo habría que haber invadido Ucrania".
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha asegurado que el grupo Wagner seguirá operando en República Centroafricana y Malí. Mientras tanto, el Kremlin estudia si los servicios de inteligencia de Occidente estuvieron implicados en el motín de los mercenarios rusos. Lavrov ha señalado al canal de televisión RT que los servicios de inteligencia rusos tienen "estructuras con este fin y les aseguro que ya se dedican a eso".
Marcha hacia Moscú
El motín organizado por el jefe de Wagner duró unas 24 horas y se frenó después de que Prigozhin y sus hombres tomaran la ciudad de Rostov del Don al sur de Rusia bajo lo que ellos mismo denominaron como "Marcha por la Justicia". Con columnas militares a 200 kilómetros de Moscú- se firmó la retirada con la señalada intervención del presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko.
Prigozhin ascendió entre los hombres de confianza de Putin tras sus servicios en países como Libia, Mali, Burkina Faso, Sudán, República Centroafricana o Siria. El grupo Wagner llegó a Ucrania allá por 2014 para ayudar al ejército ruso a anexionar la península de Crimea, pero no fue hasta pasados varios meses del inicio de la invasión de Ucrania cuando empezaron las primeras discrepancias entre los hombres de Prigozhin y la cúpula militar rusa.
La intervención del Grupo Wagner ha permitido a Putin "realizar acciones fuera de sus fronteras sin uniformes propiamente del Estado ruso sin tener en cuenta los derechos humanos. Sin responsabilidad directa, Rusia puede avanzar en sus intereses comerciales evitando una mayor escalada de los conflictos con otras potencias rivales que sin pruebas plausibles de injerencia rusa en el terreno terminan sin capacidad de actuar de manera directa.
Urenga
"sin tener en cuenta los derechos humanos" No parece que el ejército ruso, ese aglomerado de saqueadores, asesinos de población civil y violadores de ancianas, mujeres y niñas, su mayor especialidad a lo largo de la historia, necesite de "proxies" para ello.