Boris Johnson, el primer ministro de Reino Unido, ha insistido este miércoles en que no va a dimitir por el escándalo de las fiestas en Downing Street en el marco de la pandemia y ha pedido a los parlamentarios esperar los resultados de la investigación independiente en curso.
En una sesión de control en la Cámara de los Comunes, la diputada liberal demócrata Wendy Charmberlain le ha preguntado si "le ha llegado la hora de dimitir" y el premier ha respondido un categórico "no". Así, ha indicado que ya se ha "disculpado sinceramente" por "cualquier error cometido" y ha pedido a los parlamentarios esperar a las conclusiones de la investigación que lleva a cabo Sue Gray, que llegarán la próxima semana, según ha trasladado.
El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, ha preguntado al premier si no entendía las restricciones que él mismo impuso en el marco de la pandemia, destacando que las palabras del mandatario son "ridículas" y que "malgasta energía defendiendo lo indefendible". En este contexto, ha señalado que los 'tories' están "demasiado distraídos para liderar" el país "por su propio caos". "(Johnson) está fuera de control, no tiene ideas y pronto estará fuera de Downing Street", ha añadido, según ha informado la BBC.
Mientras, Johnson ha insistido en "esperar" los resultados de Gray y ha subrayado algunos de los logros de su Administración. "Estoy profundamente orgulloso de lo que ha hecho este Gobierno", ha dicho, según ha recogido la cadena Sky News. Asimismo, ha acusado a Starmer de "malgastar el tiempo de la ciudadanía" con esta línea de preguntas y le ha calificado de "completamente irrelevante".
Posible moción de censura
Johnson lleva días bajo una intensa presión debido a las informaciones que apuntan a la celebración de varias fiestas en Downing Street durante los momentos más duros de la pandemia. De hecho, al menos 20 diputados conservadores planean apoyar una moción de censura en su contra. A pesar de haberse disculpado y de asegurar que pensaba que se trataba de reuniones de trabajo, su posición es cada vez más débil debido al malestar en las filas conservadoras, en particular de los nuevos diputados que obtuvieron escaños en 2019 en circunscripciones del norte de Inglaterra, tradicionalmente en manos de la oposición Laborista, señala este martes el Daily Telegraph.
No se descarta que el enfado en las filas conservadoras se traduzca en un proceso para destituir a Johnson como líder. Según los medios, el denominado Comité de 1922, que agrupa a los parlamentarios conservadores sin cartera, ha recibido ya algunas cartas de diputados en las que manifiestan que no tienen confianza en el líder de su partido, pero se necesitan un total de 54 misivas para que se inicie el proceso que decida el futuro de Johnson.
Al parecer, varios diputados del norte de Inglaterra se reunieron el lunes para analizar los pasos y es posible que el Comité de 1922 reciba este mismo miércoles las 54 misivas necesarias. De ser así, su presidente, Graham Brady, se verá obligado a comunicar al primer ministro el inicio del proceso interno, que deberá decidir si sigue o no como líder.
Por otro lado, el diputado conservador británico Christian Wakeford, elegido el 12 de diciembre de 2019 por la circunscripción de Bury South, en el norte de Inglaterra, se ha pasado este miércoles al Partido Laborista por estar en desacuerdo con la gestión del premier.