Al final, ha sido el único candidato que ha conseguido suficientes apoyos para convertirse en líder de su partido y, por tanto, en primer ministro británico, algo que se debe en parte a la necesidad de evitar otra contienda por el liderazgo

En el desolador panorama en el que hoy se mueve nuestro mundo, con dictadores al frente de grandes potencias -algunos dispuestos a invadir un país vecino por bemoles, como ocurriera en las guerras napoleónicas-, con tiranuelos vocacionale