La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, ha dimitido tras poco más de 40 días en el cargo, convirtiéndose en la 'premier' más breve de la historia del país. Sin duda, quien más tenía que perder en el actual panorama político era la primera -y nueva- ministra británica. Después de coger el testigo a Boris Johnson, el puesto de la líder 'tory' peligraba y no han transcurrido ni tres meses desde que aterrizó en Downing Street cuando ha tomado la decisión. "No puedo llevar a cabo este mandato", ha asegurado.
"Es la mejor decisión para mantener a Reino Unido en una condición económica estable", ha dicho en una comparecencia urgente ante los medios. La dirigente conservadora, antigua ministra de Exteriores, ha afirmado que hay un contexto internacional de "gran inestabilidad".
La británica ha admitido que ha vivido una última jornada "difícil", como ya habían admitido fuentes del Gobierno a los principales medios. Al menos 17 diputados habían pedido que dimitiera por el caos político de estas semanas, marcado por el desmantelamiento prácticamente total del programa fiscal que anunció el Ejecutivo en septiembre, según el recuento de 'Sky News'.
Truss estaba al borde del precipicio con una rebelión en el seno de su partido, dimisiones, medidas polémicas y series dudas sobre su futuro. El Partido Conservador británico se había posicionado en contra la primera ministra y los 'tories' seguían ganando fuerza tras el caos vivido el pasado martes en la Cámara de los Comunes, en una jornada marcada por la dimisión de la ministra del Interior, Suella Braverman.
Unos 40 parlamentarios se abstuvieron o decidieron votar en una moción presentada por los laboristas sobre el 'fracking', práctica utilizada para extraer combustibles fósiles a la que los 'tories' se opusieron claramente en la campaña previa a las últimas elecciones.
Hasta este jueves por la mañana, siete diputados se habían pronunciado abiertamente para pedir la dimisión de Truss. "Lamentablemente, parece que tenemos que cambiar de líder", ha publicado el Devon Gary Streeter, que confía en "evityar la carnicería" en los próximos comicios.
Truss dio marcha atrás en sus planes de rebaja fiscal a las rentas más altas, una medida que provocó una rebelión en el Partido Conservador y turbulencias en los mercados financieros.
Los sondeos reflejaban una amplia ventaja para los laboristas y una popularidad en niveles mínimos para Truss -del 10%, según la firma YouGov-. La 'premier', sin embargo, hasta este mismo jueves, Truss había descartado dimitir y el miércoles, ante la Cámara de los Comunes, proclamó: "Soy una luchadora, no alguien que abandona".
Los sondeos, en contra de Liz Truss
En las últimas horas, han surgido también dudas sobre el futuro de los principales responsables del grupo parlamentario 'tory', después de que varios medios difundiesen su supuesta salida tras el caos de la votación. Downing Street ha aclarado que tanto la responsable de promover la disciplina de partido, Wendy Morton, como su número dos, Craig Whitaker, "siguen en su puesto", según la 'BBC'.
Braverman, por su parte, aseguró que si dimitía era por un error en la gestión de información oficial, aunque en su comunicado lanzó alusiones veladas a Truss, subrayando la importancia de asumir los errores y apartarse, sin esperar a que los problemas se resuelvan "por arte de magia".
El fracaso de su intento de reforma fiscal
Todo esto se produce después de que Truss no llegase al cargo con buen pie. La 'premier' entró en la Presidencia el pasado 6 de septiembre y el día 23 planteó su nuevo y controvertido 'plan de crecimiento'. Algo sobre lo que, el 3 de octubre, tuvo que retractarse.
Truss dio marcha atrás en sus planes de rebaja fiscal a las rentas más altas, una medida que provocó una rebelión en el Partido Conservador y turbulencias en los mercados financieros. Truss y su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, plantearon un plan para reducir los impuestos y la regulación, financiada por deuda pública para intentar impulsar el crecimiento económico tras años de estancamiento.
El anuncio de la bajada impositiva provocó una crisis de confianza en el Ejecutivo de Truss, desplomando el valor de la libra y disparando la prima de riesgo del Reino Unido. El revés sufrido en los mercados globales fue tan intensa que el Banco de Inglaterra tuvo que intervenir para sostener la libra con el lanzamiento de un paquete de compras masivas de deuda pública.
Sin embargo, las críticas contra la medida del Gobierno británico no han dejado de crecer entre los conservadores, con varios diputados expresando su desacuerdo en público y amenazando con votar en contra del plan. Como consecuencia, Kwarteng publicó un comunicado por la mañana en el que anunciaba la marcha atrás de su plan. Días después, Truss cesaba a su encargado de Finanzas y, ahora, ella deja el cargo.
La sucesión de la líder 'tory'
El proceso tendrá lugar durante la próxima semana, con vistas a que sea más rápido que el que ascendió a Truss en sustitución de su predecesor, Boris Johnson. La actual líder culminará así el mandato más breve en la historia democrática de Reino Unido.
Uno cualquiera
Antonio, mira a ver...
Antipopulista
Una mujer marroquí no llega a nada porque en Marruecos las mujeres no valen más que para obedecer y so.meterse al hombre. Por eso todos los marroquíes que pueden, incluyendo su dic.tador Rey, huís como ra.tas a España. ¿ A que sí, ?
vallecas
¿Alguien me puede explicar como en UK echan en 40 días a una Presidenta cuya única falta es haber sido rechazada su propuesta económica y aquí tenemos que aguantar a un ACREDITADO embustero, trilero y trapacero. Que si hubiera Justicia tendría que acabar en el banquillo de los acusados?