La Policía Federal de Brasil ha detenido a una decena de personas por su presunta implicación en un entramado para cometer atentados durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, según el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes. La 'Operación Hashtag', en la que habrían colaborado servicios de Inteligencia de otros países, se ha desarrollado en varios estados. De Moraes ha explicado en una comparecencia que se han dictado doce órdenes de arresto, por lo que no se descartan más detenciones en las próximas horas.
"Se trata de una supuesta célula terrorista, una primera célula, que pasó de mensajes sospechosos por internet a actos preparatorios de un supuesto atentado", dijo el ministro en una rueda de prensa, en la que ha explicado que los detenidos se comunicaban a través de aplicaciones de mensajería y "pasaron de simples comentarios sobre Estado Islámico y terrorismo a actos preparatorios", supuestamente con vistas a cometer un atentado durante los inminentes Juegos. Según las autoridades, los detenidos, todos ellos de nacionalidad brasileña, mantenían contactos con miembros de la organización yihadista. El Gobierno, sin embargo, ha rehusado entrar en demasiados detalles para evitar cualquier perjuicio en las investigaciones en marcha.
El presidente interino de Brasil, Michel Temer, ha reunido este jueves a algunos de los principales ministros y responsables de seguridad para analizar la situación.
Preocupación
Río de Janeiro acogerá entre el 5 y el 21 de agosto los primeros Juegos Olímpicos de América Latina y la seguridad es uno de los principales asuntos de debate durante estos últimos meses. De Moraes, sin embargo, aseguró esta semana al diario Folha que le preocupaba más la delincuencia común que el terrorismo. El portal SITE, que analiza la información yihadista que circula por Internet, informó esta semana de que un grupo denominado Ansar al Jilafá, afincado en Brasil, había proclamado su lealtad a la organización que dirige Abu Bakr al Baghdadi.
El Gobierno francés se vio obligado a aclarar por carta al de Brasil esta semana que no tenía constancia de ninguna amenaza terrorista concreta, después de que algunos medios aludiesen a supuestas captaciones por parte de Estado Islámico.