Constitución sí, pero no así. Ese ha sido el sentir de la mayoría de chilenos que este fin de semana salieron a votar la nueva Carta Magna de Chile. EL 'no' ha tumbado un texto que llevaba fraguándose desde mayo de 2021 y que no ha convencido a la mayor parte de la población ya que casi el 62% ha votado en su contra. Este domingo, la euforia era tal que cientos de miles de personas en las principales ciudades del país han salido a celebrarlo: "¡Chile es, y será, un país en libertad!", ha sido una de las consignas más repetidas esta noche en los barrios más acomodados de Santiago de Chile, donde jóvenes, ancianos y niños han tomado plazas y carreteras, a bordo de vehículos, entre gritos de júbilo, oraciones y fuegos artificiales. Estas son algunas claves que explican tal euforia:
Plebiscito a Boric y caída en picado de su popularidad
La votación ha llamado a todos las ciudadanos a las urnas puesto que era obligatorio acudir y ha ocurrido en un momento en el que la popularidad del presidente estaba bajo mínimos. Su apoyo cayó 20 puntos a los dos meses de salir elegido, hasta el 36% y actualmente, tras seis meses en el Palacio de la Moneda, solo alcanza el 38%. En el preparatorio del proceso constituyente, Boric se ha tomado la consulta como una cuestión personal y ha acabado vinculando su mandato al proceso por lo que el fracaso del texto es también la decepción de la población hacia su dirección política y, sobre todo, a la excesiva influencia del Gobierno en el desarrollo constituyente.
El hecho de que el presidente de Chile tuviera un papel predominante ha acabado restando apoyo a la reforma constitucional. Las encuestas ya mostraban este paulatino cese de apoyo social, por lo que Boric ya declaró que estaba abierto a la mejora de la Carta Magna que vuelve a la casilla de salida.
Marcado carácter de izquierda
El arranque para la nueva Constitución tuvo lugar en octubre de 2020, tras las violentas revueltas de 2019, cuando se dio pie al plebiscito de entrada que marcarían las bases del nuevo proceso constituyente. El apoyo a ese inicio fue respaldado por el 78% de la población, que veían con esperanza un cambio real. En mayo de 2021 es cuando se eligieron a los miembros de la asamblea constituyente y con ella se abrió el debate sobre su composición. El intento por una representación igualitaria bajo el mandato de Gabriel Boric inclinó la balanza hacia sectores de izquierda y colectivos independientes que han generado la sensación de falta de consenso.
Tras el recuento de las votaciones y la alegría por el golpe al nuevo texto, el presidente de Chile ha prometido iniciar un nuevo proceso donde se dé dicho encuentro para un desarrollo más integral de la nueva carta magna. "Llevaremos adelante una ronda de conversaciones para recoger las propuestas de los distintos sectores que se han comprometido ante el país con establecer un nuevo Proceso Constituyente", señaló. El mandatario indicó que ya ha conversado con algunos de los actores y adelantó que, "más allá de las legítimas diferencias, sé que prevalece la voluntad de diálogo y encuentro".
El conflicto de la Araucanía
El conflicto de las fuerzas policiales con las poblaciones indígenas en la región indígena de la Araucanía es un conflicto crónico en Chile. Con el nuevo texto, que declaraba a Chile un Estado social de derecho (establece por primera vez la creación de las autonomías territoriales indígenas) la nueva Constitución tenía aires vanguardistas en materia de igualdad de género y protección de la naturaleza. La propuesta ha agravado la situación en esta región, ya muy polarizada estos dos últimos años. Semanas antes de la votación de este fin de semana la región vivió otro descontento social por la detención de un líder mapuche (población indígena autóctona) conocido por liderar revueltas y robos en los terrenos de la Araucanía. Las tensiones suscitadas se han plasmado en el escrutinio ya que la Araucanía como otros sitios del centro sur como Ñuble o Maule han votado 'no' al texto con un rechazo de hasta el 70%.
El resultado del plebiscito causó incidentes la noche del domingo ya que un grupo quemó neumáticos para cortar algunas carreteras que cruzan la región y lugares estratégicos como puentes. Los protestantes también talaron árboles para paralizar el tránsito. La policía chilena, los carabineros, se desplazaron con vehículos blindados y motosierras para despejar las barricadas.
Crisis económica
Chile registró su dato más alto de inflación desde hace 30 años, alcanzando este verano el 13,1%, seguido de Brasil y Colombia. Con los cambios políticos, la incertidumbre económica es máxima teniendo en cuenta que el país espera que su economía entre en recesión durante los próximos seis meses. Según los expertos, la situación seguirá siendo incierta a pesar de que ya haya pasado la consulta sobre la Constitución, porque no bajará la inflación y el crecimiento se estancará por lo menos un año y medio. Una aprobación de la nueva Carta Magna hubiera sido un hachazo a los inversionistas, que hubieran temido el aumento del dólar y un freno a la inversión.
