El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, investigado por su presunta implicación en la trama de corrupción de Petrobras, declaró a la Policía que va a ser candidato a la Presidencia del país en las elecciones de 2018, según el testimonio filtrado hoy.
"Todo lo que están haciendo conmigo va a hacer que cambie de opinión. Estoy viejito, quería descansar, (pero) voy a ser candidato a la Presidencia en 2018 porque creo que mucha gente me esta provocando. Van a aguantar provocación de aquí en adelante", recalcó el ex jefe de Estado.
Lula mostró sus intenciones en la declaración prestada a la Policía Federal el pasado 4 de marzo, cuando fue obligado a ir a una comisaría en el marco de una investigación sobre la trama de corrupción de la petrolera estatal Petrobras.
La Fiscalía del estado de Paraná cree que exgobernante es el propietario de una finca en el interior de Sao Paulo y de un apartamento de lujo en la playa de Guarujá, dos inmuebles que habría recibido para disfrazar sobornos.
Lula afirmó que la investigación del apartamento en Guarujá es una "marranada homérica"
Lula, que volvió a negar la propiedad de los inmuebles, afirmó que la investigación del apartamento en Guarujá es una "marranada homérica" inventada por la Policía Federal y confesó estar "muy enfadado" por la "falta de respeto" mostrada con él.
"Yo espero que, cuando termine esto, alguien me pida disculpas. Alguien diga: Disculpa, por el amor de Dios, fue una equivocación", señaló Lula al comisario de la Policía. Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, acusó a los medios de comunicación de "amedrentar" con sus titulares a la Policía, a la Fiscalía y a la Corte Suprema.
También es objeto de otra investigación paralela iniciada por la Fiscalía de Sao Paulo, que le denunció por blanqueo de dinero y falsificación de documentos en relación al apartamento de Guarujá.
El expresidente arremetió contra los fiscales del caso, que solicitaron para él prisión preventiva: "Si usted anda detrás de la verdad, mande arrestar a un ciudadano de la Fiscalía que dice que el apartamento es mío", dijo.
El domingo, el Gobierno fue blanco de la mayor movilización popular registrada en la historia del país, que reunió a más de 3,5 millones de personas en más de un centenar de ciudades de Brasil, según estimaciones de la Policía.
Los manifestantes pidieron la salida de la presidenta, Dilma Rousseff, gritaron contra la corrupción y protestaron contra Lula, quien durante años fue uno de los líderes más carismáticos del país.