El área de seguridad de Brasilia, capital del país carioca, permanecerá intervenida hasta el 31 de julio, después de que miles de bolsonaristas invadieran las sedes del Congreso, el Palacio de Planalto y la Corte Suprema este domingo. Pese a que las fuerzas de la seguridad lograron controlar la situación ayer por la tarde, la orden del mandatario implica que las autoridades policiales de Brasilia estarán bajo control directo del Gobierno federal hasta que concluya el mes.
La situación se descontroló en la capital a primera hora de la tarde del domingo, cuando miles de partidarios de Jair Bolsonaro que participaban en una protesta superaron la barrera de seguridad y se dirigieron a la plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran los edificios del Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Los radicales llegaron a enfrentarse a autoridades de seguridad presentes y accedieron a las sedes, rompiendo ventanales y mobiliario interior.
Desde el estado de Sao Paulo, adonde Lula había viajado para supervisar los estragos causados por las inundaciones, el mandatario condenó la violencia de las últimas horas, que "no tiene precedentes", en una primera comparecencia pública. "Nunca se ha hecho en la historia de este país", se lamentó durante un discurso en el que ha recordado sus propias derrotas electorales y la posición histórica de la izquierda. La democracia, añadió, garantiza la libertad de expresión, "pero también exige el respeto de las instituciones".
"Todos los vándalos serán encontrados y castigados", dijo el mandatario, en declaraciones recogidas por Europa Press, antes de leer de viva voz los detalles de un decreto que implica la intervención sobre las competencias que teóricamente le competen a Brasilia, cuya labor había sido puesta en duda por el oficialismo tras el caos vivido en las calles de la capital.
Lula designó un nuevo responsable de la seguridad en la zona -Ricardo García Cappelli, en sustitución de un aliado de Jair Bolsonaro-, dentro de una batería de medidas que, en principio, estarán en vigor hasta el 31 de enero.
La responsabilidad de Bolsonaro
"Aprovecharon el silencio del domingo, cuando todavía estamos formando gobierno, para hacer lo que hicieron", dijo Lula, que prometió perseguir tanto a los participantes directos como quienes han promovido el "gesto antidemocrático" de las últimas horas. En este sentido, recordó que hay "varios discursos" de su predecesor, Jair Bolsonaro, en los que "alienta" la toma de los distintos poderes. "Esta también es su responsabilidad y la de los partidos que lo apoyaron", sentenció.