La cultura francesa estará en manos de una ministra de derechas. La bomba que escondían las negociaciones del presidente Emmanuel Macron y su nuevo jefe de gobierno, Gabriel Attal, se llama Rachida Dati, exportavoz y exministra de Justicia con Nicolas Sarkozy.
Una auténtica sacudida ha hecho temblar a la Francia política, cuando no se esperaban muchas sorpresas en la composición del nuevo gobierno francés. Rachida Dati, la primera descendiente de magrebíes (Marruecos) que ocupó un gobierno importante en el país sustituye en el puesto a Rima Abdul-Malak, de origen libanés.
Se puede decir que Attal y Macron han dado un paso espectacular hacia la derecha en terreno cultural, donde pertenecer a la izquierda es en Francia casi una obligación y donde aparecer como conservador o incluso centrista es sentirse sospechoso y ajeno a ese mundo. Para entendernos, lo que en España se conoce como “los de la ceja” es aquí una tradición histórica.
Rachida Dati, que además de la Cultura se ocupará de la Comunicación, no representa solo un giro a la derecha, sino que, por su personalidad, su pasado y su presente significa un seísmo en la escena política y, en especial, en la cultural. Actual jefa de la oposición en la alcaldía de París y enemiga número uno de Anne Hidalgo, Dati es conocida también por su combatividad y por su personalidad peleona.
Se la acusó de haber tenido una hija con Aznar
Sus enemigos comienzan ya a recordar también sus relaciones con algunos gobiernos del Golfo y su ausencia física cuando ocupaba un escaño en el Parlamento Europeo. Por cierto, entre el juego sucio de algunos órganos de prensa marroquíes hay que recordar que el digital lobservateur.ma publicó que el padre de la hija de Dati era nada menos que José María Aznar, que acusó de difamación a ese medio.
Macron y Attal han descolocado a todo el mundo. Se sabía que la anterior responsable de Cultura, Abdul-Malak, estaba sentenciada después de que anunciara que iba a intentar retirar la Legión de Honor a Gerard Depardieu, tras un programa en el que se manifestaban varias mujeres que se declaraban víctimas de violación y acoso sexual por parte del actor. Macron, reaccionó descalificando a su ministra y defendiendo la presunción de inocencia del acusado.
Pero de ahí a nombrar a Rachida Dati va un trecho que nadie imaginaba. La apuesta es más que una osadía. La figura de Dati está ligada al expresidente Sarkozy, que, por cierto, es uno de los consejeros “amateurs” de Macron desde el inicio de su mandato.
Un gobierno con representación múltiple de la derecha
El nuevo gobierno de Gabriel Attal no solo contará con Dati como representante de “Los Republicanos”. Hay que recordar que otros pesos pesados del gabinete que conservan sus puestos pertenecieron también al partido conservador de Sarkozy: el responsable de Economía, Bruno Le Maire, y el de Interior, Gerald Darmanin. También entra en el equipo Catherine Vautrin, como ministra de Trabajo, una política alejada de la izquierda y que fue ministra de Asuntos Sociales con Jacques Chirac. Por supuesto, Vautrin se mostró partidaria de la controvertida reforma de las pensiones. Catherine Vautrin fue descartada como primera ministra hace dos años por su posición contra el matrimonio entre homosexuales, una postura de la que se arrepintió hace poco. Fue la primera candidata de Macron a ese puesto antes de nombra a la defenestrada Elisabeth Borne.
En un año que estará marcado por elecciones importantes en varios países, y en especial, en Estados Unidos, el jefe de la diplomacia francesa será Stephane Sejourné, un hispanófono que creció en Madrid y trabajó en Buenos Aires. Sejourné, exmiembro del Partido Socialista fue director del partido de Emmanuel Macron y actualmente era el presidente del grupo “Renew” en el Parlamento Europeo. Por cierto, es el compañero sentimental del primer inistro Attal.
