La represión de las protestas por la muerte de Mahsa Amini en Irán se ha cobrado hasta 342 vidas, según la ONG Iran Human Rights (IHRNGO). A esta cifra se suman los miles de arrestados desde septiembre, y algunos de ellos -de momento, nueve casos- se enfrentan a penas de muerte por cargos vinculados con la seguridad del país.
La ONG, con sede en Oslo, asevera que la cifra real de muertos es "seguramente más alta", y que además hay una "alta cifra" de informes de muertes que aún se están investigando "teniendo en cuenta consideraciones de seguridad e interrupciones de internet". Se han registrado muertos en 22 provincias iraníes, la mayoría en Sistán, Baluchistán, Teherán, Mazandarán, Gilan y Kurdistán, siendo esta última de la que procedía Mahsa Amini.
"Dado que los actuales funcionarios políticos y jurídicos tienen una historia de crímenes contra la humanidad en la década de 1980, la repetición de esos crímenes es posible. La comunidad internacional, la sociedad civil y la gente deben plantear el coste político de las ejecuciones para evitar que ocurran tales atrocidades", señaló en un comunicado IHRNGO, y ha recogido EFE.
Las movilizaciones dejan en Irán imágenes como la recogida este jueves por la activista exiliada Masih Alinejad, en la que un anciano se une a las protestas después de que su hijo muriera en víctima de la represión del régimen contra los manifestantes.
Protestas desde septiembre
Las protestas por el asesinato de Mahsa Amini siguen adelante desde su inicio el pasado septiembre. En octubre, tras cumplirse 40 días de su muerte, miles de iraníes volvieron a desafiar autoridades y se congregaron en la tumba de la joven kurda para conmemorar el fin del duelo por su muerte, reavivando el movimiento. Amini falleció el 16 de septiembre, tras ser detenida por la Policía de la moral por llevar mal el velo islámico en una jornada en la que se produjeron choques con las fuerzas de seguridad.
El pasado domingo, el Tribunal Revolucionario de Irán condenó a muerte a un detenido por quemar una sede del Gobierno durante la ola de protestas, convirtiéndose en la primera pena capital a un manifestante.
Españoles detenidos en Irán
Como contó Vozpópuli hace una semana, la joven gallega Ana Baneira, de 24 años, permanece detenida en Irán por motivos que aún no han sido aclarados, según ha anunciado en su página web la ONG iraní de defensa de los derechos humanos HRANA y han confirmado a EFE fuentes diplomáticas. Es la segunda persona de nacionalidad española de la que hay constancia de que haya sido detenida en Irán después del arresto de Santiago Sánchez, de 41 años, el pasado mes de octubre. El grupo activista iraní no recoge cuándo se produjo la detención, salvo porque fue "durante las protestas a nivel nacional, las fuerzas de seguridad arrestaron a al menos dos ciudadanos españoles que continúan detenidos".
Iran Human Rights
Nacida en 2005 y registrada en Noruega desde 2009, Iran Human Rights (IHRNGO) asegura estar formada por personas de dentro y fuera de Irán y cuenta con miembros en Estados Unidos, Canadá, Japón y varios países europeos.