Miles de manifestantes han comenzado a concentrarse frente al Parlamento británico para pedir un segundo referéndum sobre la pertenencia a la Unión Europea en un día crucial para las aspiraciones del primer ministro Boris Johnson, enfrentado a una votación crucial sobre el acuerdo de salida alcanzado esta semana con las autoridades de Bruselas.
Los manifestantes han comenzado su marcha por el Park Lane londinense con carteles contra el Brexit, un proceso respaldado hace ya más de tres años en referéndum por el 52 de los votantes.
Los partidarios de la permanencia acusan a la campaña a favor del Brexit de haber ocultado efectos negativos sobre la futura situación del país y que, más de 36 meses después, la población puede haber experimentado un cambio de parecer.
"Estoy indignada de que no se nos escuche. Casi todas las encuestas muestran que ahora la gente quiere permanecer en la UE. Sentimos que no tenemos voz", ha explicado Hannah Barton, de 56 años, una sidrera del centro del país. "Está a punto de ocurrir un desastre nacional", ha avisado.
Pancartas
Muchos manifestantes portaban pancartas que comparaban el Brexit con la elección del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. También había modelos de papel maché que se burlaban de políticos como el primer ministro.
"No me gusta el tipo de lugar en el que se está convirtiendo el país. Nos hemos convertido en un país más enrabietado", ha lamentado Phil Canney, un ingeniero mecánico de 33 años.
"Si lo que Johnson está presentando hoy ante el Parlamento hubiera sido su argumento en el referéndum, habrían sido arrasados. Han cogido un resultado y han hecho con él lo que les ha dado la gana", ha añadido.
El primer ministro no contempla un segundo referéndum mientras que la oposición laborista estudia, como última medida, un "voto popular" sobre el acuerdo de Brexit, que podría servir como una especie de segundo plebiscito.