La muerte de la reina Isabel II el pasado 8 de septiembre ha convertido al Reino Unido y a la familia real en el objetivo de todas las miradas. Y aunque el rey Carlos III es el nuevo protagonista británico, la presencia del príncipe Harry y Meghan Markle ha acaparado los titulares de todo el mundo.
La más que confirmada tensa relación que desde hace años mantienen los duques de Sussex con los miembros de la familia real ha sido una piedra en el zapato para la reina Isabel II que, aunque no pudo conseguir la cordialidad entre ellos durante sus últimos años de vida, su muerte parece haberlo logrado.
Tal y como asegura la prensa británica, el príncipe Harry y Meghan Markle parecen haber conseguido la ‘readmisión’ dentro de la familia real. Las diferentes apariciones públicas de los duques de Sussex junto a los príncipes de Gales o el lugar reservado para ellos en la Abadía de Westminster han demostrado una unión bastante cuestionada y que hay quien no acaba de creerse.
A pesar de todo, la prensa internacional ha fijado su atención en Meghan Markle. Considerada por muchos la ‘responsable’ de la mala relación del príncipe Harry con su familia, su presencia en Londres tras la muerte de la reina Isabel II ha sido muy solitaria e incómoda.
Meghan Markle, vetada en Balmoral para despedirse de la reina Isabel II
Aunque aseguran que el príncipe Harry no llegó a Escocia a tiempo para despedirse de su abuela, la reina Isabel II, las casualidades de la vida hicieron que tanto él como Meghan Markle se encontraran en Inglaterra cuando se avisó del empeoramiento de salud de la Reina.
Los duques de Sussex cerraban en suelo británico un tour europeo que en los últimos días les había llevado primero a Manchester y luego a Düsseldorf (Alemania), donde asistieron a la presentación de la nueva edición de los Juegos Invictus.
Según ha desvelado el diario ‘The Sun’, el jueves 8 de septiembre, el príncipe Harry recibió la llamada de su padre, el ahora rey Carlos III, para comunicarle la grave situación de la Reina y la ‘prohibición’ de llevar a Meghan Markle con él a Balmoral para despedirse de ella.
Así, mientras el príncipe Harry ponía rumbo a Escocia en un avión acompañado por sus tíos, los príncipes Eduardo y Andrés, Meghan Markle se quedaba en Londres, a la espera de noticias, y de órdenes.
La reaparición de los duques de Sussex junto a los príncipes de Gales
Como era de esperar, la filtración de esta decisión dio mucho de qué hablar a los medios tanto británicos como internacionales. Los mismos que, apenas 48 horas después, asistían con sorpresa a la aparición de los duques de Sussex acompañando a los nuevos príncipes de Gales a las puertas del Castillo de Windsor.
De riguroso luto y el semblante triste, el príncipe Harry, Meghan Markle, el príncipe Guillermo y Kate Middleton ('los cuatro fantásticos' como los apodó la prensa inglesa años atrás) bajaban de un coche para saludar a la multitud congregada a las puertas de la residencia. Allí, más cercanos que nuca, intercambiaron condolencias y leyeron los mensajes de cariño dedicados a la Reina.
Tras el asombro por esta inesperada imagen, llegó la explicación. Según ‘The Times’, fue el príncipe Carlos quien llamó a su hijo, el príncipe Guillermo, para pedirle que invitara a su hermano a este acto y ofrecer así una imagen de unidad. Una llamada que el medio asegura duró 45 minutos de intensas negociaciones y tras la que se hizo pública la invitación.
Durante los 40 minutos que duró el recorrido de los hermanos y sus mujeres por los alrededores del Castillo de Windsor, muchos fueron los que advirtieron la incomodidad de los cuatro ante esta situación, pero sobre todo de Meghan Markle.
Los duques de Sussex caminaron en todo momento detrás de los príncipes de Gales, manteniendo las distancias, sin cruzar apenas palabra y agarrados fuertemente de la mano.
Como era de esperar, cada uno de los gestos de Meghan Markle ha sido analizado al detalle. Gestos como tocarse el pelo constantemente, agachar la cabeza en numerosas ocasiones y quedarse rezagada e incluso aislada, dejaban claro su nerviosismo e incomodidad. Una incomodidad que su marido trataba de mitigar estando más pendiente de ella que nunca.
La frialdad entre Meghan Markle y Kate Middleton
Mucho se ha hablado de la relación entre Meghan Markle y Kate Middleton. Prácticamente de la misma edad y con gustos comunes, muchos esperaban que las mujeres de los hijos del rey Carlos III llegaran a ser íntimas, o al menos amigas. Algo que hay quien asegura ocurrió tiempo atrás, aunque no duró.
Así lo confirmó la exactriz durante su famosa entrevista con Oprah Winfrey, donde desveló la ‘enemistad’ entre ellas dejando clara la falta de apoyo que sintió por parte de Middleton, quien, según aseguró, le hizo llorar poco antes de su boda.
Año y medio después de esas revelaciones, que sacudieron los cimientos del Palacio de Buckingham, la relación entre las cuñadas no ha mejorado. Y así lo han dejado claro estos últimos días en Londres, donde no ha habido ninguna señal de complicidad ni de acercamiento entre ellas, y han mostrando una evidente tensión.
El acercamiento del príncipe Harry y Meghan Markle a la familia real
Fue en 2020 cuando la decisión del príncipe Harry y Meghan Markle de abandonar Reino Unido y trasladarse a Estados Unidos, alejándose de la familia real y desvinculándose de sus deberes institucionales, dinamitó la relación con los Windsor. Una relación que empeoró tras la mencionada entrevista que ofrecieron a la todopoderosa Oprah Winfrey.
Sin embargo, aseguran que el príncipe Harry siempre trató de recuperar la confianza y el cariño de su abuela. En los últimos tiempos, los duques de Sussex buscaron un acercamiento con la reina Isabel II. Un acercamiento que los llevó a visitarla en varias ocasiones.
Así, en abril de 2022, se desveló que habían mantenido un encuentro privado con la Reina en Londres. Un encuentro que aseguraron fue distendido y muy cordial, y que facilitó que en el mes de junio el príncipe Harry y Meghan Markle viajaran a Inglaterra para acompañar a Isabel II en los actos de celebración del Jubileo de Platino, cuando por fin la familia real conoció a la pequeña Lilibet.
A pesar de este acercamiento, los duques de Sussex fueron relegados a una discretísima posición en dichos actos, evitando que fueran vistos de manera oficial junto a la familia real. Algo que, tras la muerte de la Reina parece haber cambiado.
El pasado miércoles, todos los miembros de la familia real se reunían en la capilla ardiente en honor de Isabel II en Westminster Hall, donde los duques de Sussex recuperaron el lugar que perdieron tras su marcha a Estados Unidos. Un lugar que el príncipe Harry tiene como hijo de Rey, y desde donde honró a su abuela junto a Meghan Markle, quien quiso rendir un bonito homenaje a la reina Isabel II luciendo los pendientes que la monarca le regaló con motivo de su boda.
Y es que, ya hay quien asegura que fue la propia reina Isabel II quien antes de morir, habría pedido a su hijo que el príncipe Harry recuperara su posición dentro de la familia con intención de unir de nuevo a los suyos.. Algo que solo con el paso del tiempo descubriremos.