Las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias registradas durante los últimos días en el oeste de Alemania y el sur de Bélgica han dejado por el momento 129 muertos y más de un millar de desaparecidos.
La Policía de Alemania ha informado este viernes de que al menos 103 personas han muerto en los estados de Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado, los más afectados del país con más de 63 y 43 fallecidos, respectivamente.
"El temor es que haya más", ha dicho un portavoz de la Policía al diario 'Die Welt'. Los datos indican que por el momento una veintena de personas habrían muerto en la ciudad de Colonia, si bien otras 15 lo habrían hecho en Euskirchen. Además, más de 30 habrían fallecido en el distrito de Ahrweiler, el más afectado.
Asimismo, las autoridades de Ahrweiler han confirmado que 1.300 personas continúan en paradero desconocido, si bien esperan que muchas de ellas estuvieran de vacaciones. Además de las víctimas y desaparecidos, las inundaciones han provocado graves destrozos en vías y puentes, así como problemas en la red de telefonía móvil, lo que ha dejado a la población de la zona incomunicada.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha trasladado su pésame a las víctimas y familiares y ha expresado que está "impactada por los informes de que hay lugares que están completamente bajo el agua". "No sabemos el número todavía de víctimas y afectados, pero habrá muchos", ha lamentado.
El ministro principal de Renania-Palatinado, Malu Dreyer, ha aseverado que el alcance exacto del desastre aún no es previsible. "El sufrimiento sigue aumentando", ha dicho antes de pedir tomar medidas para frenar el cambio climático. "Cualquiera que aún no haya entendido que el cambio climático tiene sus consecuencias no puede ser ayudado", ha recalcado.
Mientras tanto, los rescatistas continúan la búsqueda de personas desaparecidas. La Bundeswehr ha enviado alrededor de 900 efectivos a las áreas de desastre para brindar apoyo.
En el distrito de Euskirchen un experto examinará de nuevo la presa de Steinbach a lo largo de la jornada y después de haber sido declarada como "muy inestable". El nivel del agua había bajado el jueves por la noche debido al bombeo.
Este mismo viernes, el Gobierno turco ha expresado a su vez sus condolencias por la muerte de decenas de personas a causa de las fuertes lluvias. En un comunicado, el Ministerio de Exteriores ha trasladado su "tristeza" por la "pérdida de vidas humanas" y el alto número de desaparecidos.
"Extendemos nuestras más sinceras condolencias a los familiares de aquellos que han perdido la vida, así como a la gente y al Gobierno de Alemania", recoge el texto.
Las autoridades turcas han deseado una pronta recuperación a todos los heridos y han dicho que esperan que las personas en paradero desconocido sean localizadas o rescatadas lo antes posible.
Situación en Bélgica
El temporal también está afectando a Bélgica, donde han fallecido al menos 23 personas y cuatro han desaparecido, según informaciones del diario 'Le Soir'. En la región de Valonia, en el sur del país, unos 41.000 hogares se han quedado sin suministro eléctrico, por lo que las autoridades han anunciado la liberación de fondos de emergencia para ayudar a las poblaciones afectadas.
Las autoridades han alertado de que la "situación en la red de distribución eléctrica sigue siendo extremadamente complicada". Además, la movilidad se encuentra gravemente limitada, con los servicios de trenes y autobuses suspendidos.
El gobernador de la provincia de Lieja, la más afectada, ha alertado de que el número de muertos podría aumentar. "Solo en Lieja actualmente hay 13 personas desaparecidas", ha matizado. "No sabemos nada todavía y todavía no podemos dar una cifra definitiva", ha insistido.
Este mismo viernes, el primer ministro belga, Alexander de Croo, ha declarado el 20 de julio como día de luto nacional en recuerdo a las víctimas de las inundaciones. Así, ha lamentado que espera un "empeoramiento" de las cifras y ha señalado que la situación "sigue siendo crítica" en muchas zonas del país.
"Todavía estamos esperando el recuento final, pero podría ser que estas inundaciones sean las más catastróficas que haya conocido nuestro país", ha dicho De Croo. "Estas son circunstancias completamente excepcionales, sin precedentes en nuestro país", ha indicado antes de dar las gracias a los países vecinos por movilizarse para ayudar a los rescatistas belgas.
Además, ha elogiado el "verdadero derroche de compasión que atraviesa hoy nuestro país". No obstante, ha afirmado que el 21 de julio, día de la Fiesta Nacional en Bélgica, las festividades se verán restringidas aún más, principalmente a causa de la pandemia de coronavirus.
Esto se debe, según ha explicado, no solo al "respeto a las víctimas" sino también porque habrá que movilizar a la mayor parte de fuerzas y materiales sobre el terreno a la zona afectada por las inundaciones.