Tras querer cobrar a los usuarios por verificar su perfil de Twitter, Elon Musk sigue adelante con sus polémicas medidas. El multimillonario ha elaborado planes para despedir hasta la mitad de los 7.500 empleados de la empresa Twitter, según personas familiarizadas con el asunto, como parte de una reforma de reducción de costes, informa este jueves el periódico británico Financial Times (FT).
Como parte de estos planes, Musk busca recortar unos 3.700 puestos de trabajo después de comprar esta firma de redes sociales por 44.000 millones de dólares, según dos personas al tanto de este proyecto, si bien la cifra exacta podría cambiar.
Según el FT, el empresario tiene también como objetivo exigir el trabajo presencial en la oficina a partir de este lunes, con lo que revertiría la política actual de Twitter, que permite a los empleados trabajar desde cualquier lugar.
La pérdida de empleos podría concretarse este viernes, si no antes, según la información del FT, y agrega que Musk ya ha dejado su marca en Twitter desde que cerró la adquisición, al pedir a los empleados que trabajen todo el tiempo en proyectos seleccionados.
Uno de esos proyectos consiste en ofrecer un servicio de suscripción que verificará a los usuarios, aumentará la visibilidad de sus publicaciones y les permitirá ver menos anuncios, mientras que también ha puesto en marcha planes para reducir el número de empleados, a pesar de haber dicho antes que podría recortar puestos.
A finales de la semana pasada, revisó el equipo de administración y despidió a ejecutivos, incluido el jefe de Twitter, Parag Agrawal, en tanto que incorporó a un pequeño grupo de asesores de confianza, incluido su abogado personal, Alex Spiro.