El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha sido imputado formalmente este martes en el marco de las investigaciones por la supuestas irregularidades de financiación durante su campaña para las elecciones de 2012, ha informado la Fiscalía de París.
Sarkozy, líder del partido opositor Los Republicanos, ha sido interrogado durante horas por los jueces responsables del 'caso Bygmalion', por el que también están investigados cuatro destacados responsables de la fallida campaña.
El exmandatario ha negado reiteradamente que tuviera conocimiento de una doble contabilidad y de los falsos recibos por valor de 18 millones de euros emitidos por la empresa organizadora de eventos Bygmalion, lo que supone el doble del gasto legalmente autorizado.
Sarkozy, de 61 años, aspira a presentarse de nuevo a la Presidencia en los comicios de 2017
En un libro publicado en enero de 2016, Sarkozy argumentó que, aunque fuera "difícil de creer", no sabía "nada" sobre esa empresa "hasta que el escándalo se desató". La Fiscalía, sin embargo, ha declarado su imputación formal en las pesquisas referentes al exceso de gastos y le ha concedido el estatus de 'testigo asistido' -a medio camino entre el testigo y el imputado- para los cargos de abuso de confianza, fraude y uso de documentación falsa, según los medios galos.
Candidatura presidencial
La implicación de Sarkozy en el proceso no tiene por qué significar que termine sentándose en el banquillo como acusado, pero sí enturbiará su imagen en unos meses clave en la carrera por el Elíseo. Sarkozy, de 61 años, aspira a presentarse de nuevo a la Presidencia en los comicios de 2017.
Los sondeos, sin embargo, no respaldan sus ambiciones políticas y en los últimos meses su popularidad ha descendido al mismo ritmo en que han aumentado las posibilidades de Alain Juppé, que también suena como posible candidato de Los Republicanos -antigua Unión por un Movimiento Popular (UMP)-.