El cambio climático ya es una realidad. La ONU lleva avisando de este fenómeno que se avecina y que traerá con él una serie de modificaciones irreversibles en las temperaturas y el clima. El desgaste que los humanos han provocado año tras año al planeta ha tenido como consecuencia una tendencia alcista de los termómetros que lo estamos empezando a notar. Y es que, tras el pasado mes de abril, el cual se registraron temperaturas récords, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha publicado unos datos esta mañana que confirman lo que muchos se esperaban y que nadie quería escuchar.
Se avecinan tiempos muy oscuros para la humanidad. Nos tendremos que olvidar del clima tal y como lo conocemos. La primavera y el otoño pasarán a ser meramente simbólicos. Según los resultados del estudio de la ONU, es probable que las temperaturas a nivel mundial sigan aumentando en los próximos cinco años. Un hecho sin precedentes que hace saltar las alarmas. Los principales factores que han propiciado esta alteración son los gases de efecto invernadero que acumulan el calor y el fenómeno que está sacudiendo al planeta entero, 'El Niño'. Hay un 66 % de probabilidades de que, entre 2023 y 2027, la temperatura media mundial anual cerca de la superficie supere en más de 1,5 °C los niveles preindustriales durante al menos un año.
¿Son tan graves los pronósticos de la ONU?
La entidad encargada de esclarecer las dudas en torno al cambio climático ha declarado, a través del Secretario General de la OMM, lo siguiente: "Estos datos no significan que vayamos a superar de forma permanente el nivel de 1,5 °C previsto en el Acuerdo de París, que se refiere al calentamiento a largo plazo durante muchos años. Aun así, la OMM da la voz de alarma sobre el hecho de que superaremos el nivel de 1,5 °C de forma transitoria y cada vez con más frecuencia".
Algo reseñable es que, el profesor Petteri Taalas, asevera que "se espera que en los próximos meses se instaure un episodio de El Niño, que ejerce un efecto de calentamiento". Todo esto, sumado a los agravios causados por el factor humano, hará que las temperaturas mundiales se eleven hasta límites desconocidos. La pregunta es: ¿Hay alguna manera de revertir la situación que se avecina en los próximos cinco años? Hasta el momento, los expertos no han sido capaces de detectar los puntos claves para frenar en seco el cambio climático y, lo más probable, es que si se cumplen los pronósticos, habrá graves repercusiones en la salud, la seguridad alimentaria, la gestión del agua y el medioambiente.
El pronóstico de las lluvias para 2024
Tras el análisis exhaustivo de la ONU sobre las temperaturas en los próximos años, ha quedado claro que las precipitaciones brillarán por su ausencia en el lustro que viene. Sin lluvias, los agravios de la sequía serán aún mayores, lo que generará una oleada de crisis a nivel alimentario que no se podrá sostener. No son todo malas noticias. Dentro del futuro apocalíptico que pronostica la OMM, hay algunos puntos que dan esperanza y que pintan la situación con algo más de optimismo
Según los datos proporcionados por la ONU, el promedio de las precipitaciones previstas para el período de mayo a septiembre entre 2023 y 2027 sufrirá un incremento considerable en comparación con la media de 1991 a 2020. Unas noticias que esbozan tranquilidad a ciertas zonas del planeta, en concreto, en el Sahel, el norte de Europa, Alaska y el norte de Siberia. Por el contrario, la región amazónica y partes de Australia las condiciones serán más secas. A nivel nacional, poco se ha comentado desde la ONU, por lo que no se puede dilucidar cuál es el futuro de nuestro país en los próximos años.
