El Ejército de Corea del Norte ha disparado este jueves tres misiles de corto alcance, minutos después de la llegada del papa Francisco a Seúl para una visita de cinco días al país, según información de la agencia surcoreana de noticias Yonhap recogida por Europa Press. En base a las informaciones facilitadas por el portavoz del Estado Mayor Conjunto surcoreano, Um Hyo Sik, los proyectiles fueron disparados desde la localidad de Wonsan, ubicada en el este del país, en dirección noreste.
El papa Francisco se ha mostrado "preocupado" por la búsqueda de paz en Corea porque "afecta a todo el mundo, cansado de guerras" y ha pedido renovar esfuerzos a favor de la reconciliación y la estabilidad en la península. Así lo ha expresado en su primer discurso en inglés pronunciado en Corea del Sur ante líderes del país en el Palacio Presidencial de Seúl.
Para alcanzar la paz, Francisco ha sugerido apostar por "la escucha atenta y el diálogo" y abandonar las "recriminaciones recíprocas, críticas inútiles y demostraciones de fuerza". Concretamente, ha invitado a "derribar los muros de la desconfianza y del odio promoviendo una cultura de reconciliación y de solidaridad".
Según ha precisado, la paz "no consiste simplemente en la ausencia de guerra, sino que es obra de la justicia" y esta requiere "paciencia". "No se trata de olvidar las injusticias del pasado, sino de superarlas mediante el perdón, la tolerancia y la colaboración", ha añadido. También ha pedido voluntad de fijar y alcanzar metas ventajosas para todos, poner las bases para el respeto mutuo, para el entendimiento y la reconciliación y ha mostrado su deseo de que en estos días todos se dediquen a la construcción de la paz.
El papa ha recordado que durante estos días beatificará a Pablo Yun Ji-chung y sus 123 compañeros, coreanos que murieron a causa de su fe y se reunirá con los jóvenes participantes de la Jornada Asiática de la Juventud. Esta ocasión, según ha apuntado Francisco, es una oportunidad para escuchar sus "anhelos y preocupaciones" y de reflexionar sobre qué sociedad se está construyendo para ellos y sobre la necesidad de transmitirles "el don de la paz".
Corea, según ha explicado, ha sufrido durante años "la violencia, la persecución y la guerra" pero además, actualmente, "como la mayor parte de los países desarrollados, afronta importantes problemas sociales, divisiones políticas, inequidades económicas y está preocupada por la protección responsable del medio ambiente". Por ello, el Pontífice considera importante "escuchar la voz de cada miembro de la sociedad" y prestar una atención especial a los pobres, a los más vulnerables y a los que no tienen voz. "Estoy convencido de que la democracia coreana seguirá fortaleciéndose y que esta nación se pondrá a la cabeza en la globalización de la solidaridad", ha afirmado.